Primera | Villarreal 1 - Real Madrid 1

Núñez, madridista por un día...

El Madrid pasó las de Caín para arañar un punto en El Madrigal, pero le supo a gloria. La ausencia de los brasileños y la lesión de Zidane dejaron en evidencia las limitaciones del Madrid galáctico ante un Villarreal con un Riquelme triste y un Anderson letal y explosivo.

Puntos de vista... Floro en el banquillo (con gafas de profesor universitario) y Floro en el palco (angustiado al ver como se tambaleaba su obra); Ronaldo y Robertinho en Brasil (Lío en Río); los pavones desarticulados por la aparición de un pistolero con nombre de multinacional japonesa (Sony), que podía ser su abuelo (Anderson); cuatro galácticos en apuros torpedeados por un submarino amarillo sin armas de destrucción masiva (ni falta qué les hacía); un portero que fue Reina por un día y un gigante liderado por un enano (Míchel Salgado)... Fue un duelo de contradicciones, con los seis pavones intentando salir vivitos y coleando de Riquelmelandia.

Yellow submarine. Cuando Los Beatles arrasaron los oídos de mis padres con el Yellow Submarine, Pavón, Rubén, Bravo, Portillo, Borja y Núñez ni habían nacido. Llegamos a pensar, ingenuos, que tanta bisoñez iba a hacer naufragar el acorazado de Queiroz. Riquelme, que parece un personaje sacado de Alguien voló sobre el nido del cuco, fue de nuevo una sombra chinesca que no mejoró su versión depre de ese Barça que se dedica a jugar a la hora en la que los cubatas de garrafón empiezan a causar es... tragos. Riquelme tumbó una vez al Madrid de Florentino en Tokio (la derrota que más le dolió al presidente), pero nunca tuvo una fuerte personalidad. De hecho, en la espalda se ha puesto lo de Román, supongo que para disimular...

Núñez es blanco. Los niños de Queiroz daban la cara, pero Anderson se la partía con un latigazo imparable. El portugués se arrugaba quitando a Portillo, pero la vida hacía justicia al imberbe team, que encontraba un punto de oro gracias ¡a Antonio! ¿Quién me iba a decir que terminaría festejando un gol de Núñez? El chaval sólo tiene un problemilla. En su puesto juegan Beckham y Figo. Poca cosa. Pero metió la cabecita para salvar los muebles lujosos de ese Madrid galáctico que anoche mostró su perfil más terrenal. Tanto, que el MVP del partido fue un galleguito retaquete y corajudo que se multiplicó por diez. A Míchel Salgado, que ya es el cuarto capitán tras la marcha del Moro, deberían renovarle ya. Más vale prevenir que curar.

Lo más visto

Más noticias