Es como Benito... pero en bueno

No suelo esconder la cabeza en el agujero como las avestruces (eso me lo enseñó mi abuela, a la que adoro). Y por eso voy a mojarme por si alguien me lo quiere recordar dentro de un año: Milito triunfará en el Real Madrid. Ya sé que Gatti cree que es un petardo y que Relaño nos avisa de que a pesar de ser canchero tendrá el problema de jugar en un equipo-río (en este Madrid mirar para atrás es de cobardes). Pero leo al chico en la entrevista del gran Guasch y descubro un fanático, un chaval de 22 años que en su Argentina del alma devoraba por la televisión los partidos del equipo cuya remera defenderá a muerte desde ahora. Gabriel Milito respira fútbol en todo lo que dice. Y cruza el charco con la ilusión de un aventurero al que el destino le permite ser Indiana Jones en busca de ese arca perdida que en el Madrid es ese puesto de central que parece maldito desde que se rompiese la gloriosa dupla Pirri-Benito.

Precisamente, ayer me comentaba un amigo sobrado de kilos y de sabiduría futbolística que Milito "es el mejor fichaje que podía haber hecho el Madrid de Queiroz; es como Benito pero en bueno...". La llegada de este gaucho corajudo y con el control de calidad garantizado servirá para reivindicar la figura de Valdano (¿dónde están los listos que decían que aquí sólo estaba para la foto y para cobrar?) y de Florentino, que hace bien al recordarnos que él ya trajo a Makelele. Milito abre una nueva vía que humanizará a este equipo grandioso al que sólo le falta salir de la placenta para que el mundo entero asista al alumbramiento del espectáculo más grande jamás contado. No exagero un ápice. Ya lo verán.

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