"Al equipo le ha faltado carácter"

Disculpe el comienzo brusco. ¿Piensa dimitir?

—Dimitir ni me lo he planteado. Entiendo que algunos piensen que tenía que tomar esa decisión. He vivido unas circunstancias que me indicaban lo contrario. No me puedo rendir. Sigo creyendo en esta idea y lucho por ella.

¿Qué puede ofrecer aún?

—Si sigo otro año la gente verá que el Madrid de baloncesto necesita tener una estabilidad, conmigo o sin mí. No me quiero eternizar. No me enroco. Esta sección no ha tenido estabilidad durante muchos años. Puedo comprender que tras este fracaso haya dudas conmigo. Es tan inmediato lo que se pide en este club que puedo parecer atrevido por seguir creyendo en mí.

¿Cómo se explican los malos resultados, la eliminación sucesiva en Copa, Eruroliga y Liga ACB?

—Jugar en el Madrid no es fácil y entrenarlo menos. Lo he aprendido. En ACB y Euroliga hemos estado clasificados toda la temporada menos en los dos partidos que nos jugábamos todo. La presión, o llámale miedo, a la derrota se ha repetido en ambos casos. Para jugar en el Madrid aparte de talento hay que tener carácter. Yo percibí déficit de carácter desde el principio de la temporada. Son gente estupenda los jugadores, pero ha faltado fuerza mental para afrontar esos partidos importantes.

¿Usted no ha fallado?

—El Madrid ha sido desde hace mucho tiempo un equipo sin identidad. Lo vi desde fuera y lo he constatado. Llegué en un momento difícil, precipitado y creía que podía retomar el pulso de la competición, pero no lo he conseguido. Hablé con Valdano y Florentino y sabía que sería una temporada difícil, sin pensar en llegar a semejante resultado final.

¿Precipitación al formar equipo?

—Ha sido muy duro. Hay jugadores jóvenes, nacionales veteranos y dos extranjeros con solvencia. Pero el mal comienzo nos lastró. Me dijeron que fui excesivamente honesto con Hawkins, Alston y Digbeu, porque desde la ACB se habló de la incompatibilidad de cargos, yo estaba en un fuego cruzado y tuve que convivir con esa presión. Fui al Mundial con la presión de si me distraía o no con los fichajes. Me fui con la selección veinte días después de firmar con el Real Madrid para tener el equipo cerrado. Pero todo fue a la carrera y cuando se hace así es mucho más fácil cometer errores.

¿Era inevitable decidir contrataciones sin la reflexión adecuada?

—Valdano me explicó que íbamos con el mercado reducido por el retraso y lo hemos pagado con creces. Si me echan me quedaría con un sentimiento de frustración porque el que viniera dispondría de los medios y el tiempo del que yo no dispuse. Eso es lo que he transmitido al club. Lo saben el presidente y Jorge.

¿Por qué prescindió de la perla de la cantera, Maciej Lampe, que ha triunfado en la LEB con el Complutense?

—Jugar a ganador es fácil. Este chaval es un joven con gran talento para el basket y necesita jugar muchos minutos. Necesita ser importante y en el Complutense puede y aquí no. Hombre, visto nuestro rendimiento a lo mejor en febrero nos hubiera venido bien. Pero eso era imposible saberlo. En la LEB se ha sentido importante y sabíamos ya que se presentaría al draft de la NBA. No es nuevo.

¿Ha determinado muchos fichajes el agente Gorka Arrinda? ¿Es cierto que hace y deshace en la sección?

—El segundo entrenador lo traigo yo, no mi agente, aunque sea suyo. Aprecio a Izquierdo y su trayectoria. Joven y con posibilidades. Era justo que viniese. Se le da mucha trascendencia al asunto. En los medios me ha llamado la atención la crítica continua a Gorka Arrinda. No ha interesado aclararlo. Han llegado a decir que representa a ocho jugadores en la plantilla madridista, cuando lo cierto es que sólo lleva a Mumbrú, Núñez y a mí.

También es el agente de Dragan Tarlac, ¿no?

—Lo sé, pero Tarlac estaba ya el año anterior, y Raúl López es un caso similar, pero ya se fue. Lo de Gorka se ha utilizado como arma arrojadiza y no es cierto lo que se ha dicho. No ha habido manipulación alguna.

Usted culpó a los jugadores de la eliminación copera.

—En la rueda de prensa posterior a la derrota con el Barça en la Copa se malinterpretó mi comentario de que el equipo no estaba a la altura de la historia del club. Yo me incluía. Eso seguro. Se utilizó perversamente.

¿Cree que la plantilla ha estado en su contra, que le ha hecho la cama?

—El vestuario no ha estado en mi contra. Tras lo de la Copa lo pasamos mal y el equipo se recupera, gana partidos y se une el ambiente. No creo que los jugadores hayan estado en mi contra. El vestuario no me ha hecho la cama.

Explique: Sonseca, de promesa en alza y con participación, a último del banquillo.

—El juego interior de un equipo como el Madrid no pude descansar sobre los hombros sin formar de un jugador como Eduardo. No es un jugador hecho y ha promediado casi 17 minutos. Es de casa, joven y con posibilidades, pero no se le puede hacer ver que tiene que ser el referente inmediato del juego interior.

Ese papel, en teoría, le correspondió a Dragan Tarlac. ¿Le ha decepcionado el yugoslavo?

—Es cierto que Tarlac aquí se vendió como una estrella, y nunca lo ha sido en realidad. Que quede claro. Ha sido un excelente complemento de una estrella, aunque se le ha pagado como si fuese una figura. Eso le ha dado una presión enorme.

¿Esperaba más soluciones con la llegada de Lolo Sainz al frente de la sección?

—En el fondo todo se reduce al rendimiento de un equipo, y eso lo marcan los jugadores. Ahí Lolo poco puede hacer. El balón lo meten por el aro los jugadores.

¿Y le han traicionado?

—No me he sentido traicionado por los jugadores, pero hubiera deseado una mayor respuesta.

¿Piensa que el club optará por rescindir su contrato?

—Prefiero pensar que no me van a despedir. Sabía a lo que venía y en qué circunstancias. Tengo la fuerza necesaria para seguir creyendo en mí. Supongo que algunos se alegrarían en el caso de que acabase mi trayectoria en el Madrid, pero espero tener la oportunidad de demostrarles que puedo conseguir el objetivo deseado.