Ricardo está pendiente de la lesión de Barthez

Daily Star titulaba la crónica del Manchester-Blackburn Rovers de esta guisa: "Boy Ricardo Great" ("Grandioso Ricardo"). En el diario británico se destacaba, con un entusiasmo hacia el español casi patriótico, que "el millón y medio de libras que pagó por Ricardo al Valladolid el Manchester resultarán muy baratos si al final el equipo de Ferguson gana el título de la Premier gracias al penalti que le paró a Andy Cole". Iban 2-1 en el marcador y el 2-2 hubiera dado al Arsenal dos puntos (los londinenses llevan un partido menos) de peso incalculable.

Lo más llamativo del asunto es que Ricardo, atlético de corazón y madrileño de nacimiento (31 años), pudo debutar por fin en la Premier League gracias a una lesión muscular del alopécico Fabian Barthez , situación que podría darle al arquero español la oportunidad de su vida. Cierto que Barthez ha dejado entrever que para el miércoles estará recuperado, pero la convincente actuación de Ricardo y los errores garrafales del francés en las últimas jornadas (el sábado se tragó el gol de Berg) han situado en el disparadero al portero que se hizo tan famoso por ganar el Mundial de Francia, como por los besos que le daba en la calva Blanc o por los cantes incomprensibles que hace un año tuvo ante el Depor en Old Trafford.

Ricardo sabe que Barthez hará todo por evitar que se mida al Real Madrid, ya que desde que llegó no le ha ayudado en nada y dentro del vestuario casi ni le dirige la palabra. Barthez está cuajando una temporada muy irregular y en el Madrid casi preferirían que el miércoles sea titular, pero insisto en que Ricardo afronta muy concentrado el que podría ser el mayor reto de su carrera profesional.

Cuando estaba en el Valladolid casi deja al Madrid fuera de la Champions

Los más desmemoriados quizá no se acordarán de aquello, pero Ricardo ya estuvo a punto de dejar al Madrid fuera de la Champions League hace tres años. Fue con motivo del partido que Real Madrid y Valladolid jugaron en el Bernabéu el 18 de mayo del año 2000. Era la última jornada de Liga y el Real Madrid necesitaba empatar o ganar para asegurarse una plaza en la siguiente Copa de Europa, a la espera de lo que sucediese en la final de Saint Denis ante el Valencia. Ricardo jugó como titular esa noche (es curioso, el portero titular entonces era su amigo César, hoy suplente de Iker Casillas) y paró todo, todo, todo. Ricardo brilló con luz propia en ese encuentro, le sacó balones imposibles a Savio, Raúl, Anelka, Morientes y Baljic, que llegaron a desesperarse. Un gol de Víctor (que hoy juega en el Villarreal) dio el triunfo a los pucelanos y el Real Madrid acabó quinto esa Liga. Si no llega a conquistar la Octava en París ante el Valencia (3-0), Ricardo podría presumir de haber dejado a los blancos (que tan poquito le seducen) fuera de la máxima competición continental gracias a una actuación que fue soberbia. Ahora, el Manchester recibe a los madridistas. ¿Tendrá el miércoles Ricardo una segunda oportunidad?