Mil días de Florentino

Sin saberlo, Florentino Pérez ha resucitado en 1.000 días uno de los eslóganes de Ramón Mendoza: "Hechos y no palabras". Con esa filosofía, Mendoza venció a Florentino en 1995. Pero esa derrota hizo fuerte al empresario madrileño, que supo rodearse de un eficaz equipo que durante cinco años trazó el terreno que el 17 de julio de 2000 le permitió romper las quinielas y proclamarse presidente ante un Lorenzo Sanz que 54 días antes había levantado la Octava en París.

Han transcurrido 1.000 días desde entonces y en ese tiempo récord, Florentino ha situado al Real Madrid en la vanguardia deportiva y económica del fútbol mundial. En su decálogo electoral prometió que el Madrid rescataría la filosofía del equipo imperial que Bernabéu forjó con Di Stéfano, Puskas y Gento, y ahí están Figo, Zidane y Ronaldo bailando alrededor de Raúl, Roberto Carlos, Casillas, Hierro, Helguera y resto de la galaxia. Prueba superada. Los conceptos modernistas y empresariales de Florentino han permitido a su club superar por la izquierda y por la derecha al Manchester, hasta constatar el pasado martes que entre estos dos gallos existe hoy día una distancia abismal. Florentino define su labor de estos 1.000 con una expresión que a muchos les crispa, pero que revela la clave de su éxito: "El Madrid ha recuperado la normalidad". Él es así, alejado de las portadas y empeñado en conseguir unas infraestructuras que sean recordadas dentro de 100 años como ya lograse su auténtico referente: Bernabéu.

El actual presidente dijo que acabaría con la histórica deuda y desde hace más de una año, ésta es sólo un recuerdo de una etapa maniquea en la que la conquista de la Séptima y la Octava (muy elogiables) se vieron salpicadas por una inestabilidad social y una crispación institucional que terminaron colocando una alfombra roja a la llegada de Florentino. Este ha cubierto sus objetivos deportivos en estos 1.000 días (ha ganado todo, excepto la Copa del Rey), está creando un Bernabéu modélico y la prometida ciudad del madridismo pondrá su primera piedra dentro de un año si supera los últimos obstáculos burocráticos. El baloncesto mejor dejarlo para otro día.

Florentino resumió en AS su labor hace unas semanas: "Sin parecer presuntuoso, creo que podemos afirmar que los socios del Real Madrid están muy satisfechos con nuestra gestión". 1.000 días y 1.000 noches sin tachaduras.