Yo digo Tomás Roncero

Ronaldo ya es madridista

Ya lo podemos gritar a los cuatros vientos. Ronaldo ha blanqueado definitivamente su espíritu y es un madridista más. El Bernabéu ha estado examinándole durante seis meses con un nivel de exigencia a la altura de la magnitud del actual Balón de Oro. Tanto vales, tanto generas, tanto te pido. Es el inflexible sentido de la justicia de un estadio que se ha convertido en el jardín de las delicias, donde el talento viaja libremente y donde los niños y los mayores acuden de la mano para despedir el fin de semana con una fiesta en la que Zidane, Raúl, Ronaldo y compañía coordinan una barra libre donde los lujos futbolísticos parecen no tener límites.

Ronaldo se ganó para siempre el afecto del tendido del siete del Bernabéu. Fue cerca del descanso. Ronie se pegó una carrera de 50 metros, pugnó por la pelota como un león y en la jugada posterior asistió pícaramente a su socio-amigo Zidane para abrir la lata de los sueños. El marsellés, agradecido y honesto como todos los hombres grandes y buenos, le devolvió la gentileza habilitando con sutileza al brasileño (Raúl colaboró arrastrando a los centrales del Depor) para que firmase su gol número 14. Ya sólo le quedan 11 para cumplir su promesa. Tantos como partidos restan para finiquitar esta Liga tan blanca como la leche que me dio mi madre desde que era un bebé. Este Madrid es una ONG. Reparte felicidad por donde va. Hasta los infieles están rendidos a la evidencia. Muchos creían ingenuamente que podría repetirse el Centenariazo. Olvidaban que en el famoso 6-M no estuvieron ni Casillas ni Ronaldo. Los cimientos y el ático de una casa ejemplar. Ahora sólo falta esperar a que el Manchester asuma con dignidad que será la próxima víctima.

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