Liga de Campeones | Real Madrid 3 - Milan 1

Los ultras la liaron antes del partido

Hubo una batalla campal contra la Policía que provocó el pánico.

a. aparicio y aguilera

Todo aconteció a las ocho de la tarde. En la calle Marceliano Santamaría, en la que habitualmente los Ultras Sur pasan el rato en las horas previas a los partidos del Real Madrid, se organizó una batalla campal más propia de la Kale Borroka. Sin que nadie entienda a saber por qué, los ultras comenzaron a lanzar de forma violenta botellas, botes, palos y toda clase de objetos contundentes contra los escasos efectivos de la Policía Nacional que en ese momento se encontraban a unos 50 metros, en la esquina de Concha Espina.

Era la hora punta de la llegada masiva de aficionados que iban a ver el Madrid-Milán y la violencia desatada en plena calle sorprendió a familias, personas mayores y aficionados en general que se vieron obligados a salir en estampida. Dos docenas de bengalas volaron por los aires provocando una humareda roja que convirtió la zona del conflicto en un pequeño infierno. Los antidisturbios de la Policía, que al principio se vieron obligados a parapetarse contra los escaparates para evitar ser linchados, replicaron a la agresión lanzando pelotas de goma y pidiendo refuerzos a la Policía montada a caballo. Afortunadamente, no hubo heridos de gravedad y eso que seis ambulancias del SAMUR acudieron a la zona arrasada para atender a las personas que lo necesitaron. La calle quedó vacía... por la vergüenza.

Indignación en el club

Cuando los responsables del Real Madrid fueron informados de lo acontecido en los aledaños del Bernabéu, la indignación fue total por no entender a qué venía esa violencia incomprensible contra las fuerzas del Orden Público. De hecho, tanto Florentino Pérez como el encargado de Seguridad, Julio Cendal, pusieron en conocimiento de la Delegación del Gobierno de Madrid que es necesario atajar ya la violencia que siempre se crea en esa zona antes de los duelos del Bernabéu

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