‘Super Kid’ Portillo, El Principito del gol

Fue el Concierto de Aranjuez. Javier García Portillo es un héroe alejado del star system. Desde que echó los dientes su padre se empeñó en hacer de él un futbolista de provecho y por eso la familia no ha dudado en chuparse 100 kilómetros diarios (50 de ida y 50 de vuelta) para conseguir que entre Aranjuez y la Ciudad Deportiva no haya distancia que fagocite su talento goleador. Portillo lleva años remando contra corriente como para asustarse ahora por nada. La presión lo excita y lo envalentona. Es más, pocos sabrán que sólo cobra 17 millones (de pesetas de las de antes) y que en sus heroicas apariciones de esta temporada no ha acumulado primas por sus goles mágicos. Por su contrato, cobra un millón de pesetas adicional cada vez que juegue un mínimo de 45 minutos. Pues ante el Valencia, el Valladolid y el Borussia salió en los últimos minutos para encumbrar su poderío realizador a sabiendas de que en caja no iba a ingresar un solo euro...

"A mí no me importa el dinero. Sólo pienso en triunfar en el Real Madrid". El lunes decía en estas páginas que sólo quería "un ratito" en Dortmund. Sobrado. Del Bosque reconocía anoche que lo suyo no es suerte: "Es talento". El salmantino puede sacar pecho. Lo descubrió siendo un mocoso en un torneo de chavales en los campos de Cotorruelo, en Carabanchel, y desde entonces se ha asociado con el gol hasta convertirlo en su razón de ser. Desde las categorías inferiores lleva más de 400 goles oficiales y con los 11 a los que puso firma este año registra un promedio de crack: un gol cada 64 minutos.

A sus 20 años, no le acomplejan ni Ronaldo ni Morientes. Pero cuando llega a casa y se mete en el restaurante de Julián, su padre, le mira a los ojos y le dice: "Papá, tranqui, yo acabaré siendo el 9 del Real Madrid". No duda, maneja la zurda con destreza y de cabeza va estupendamente. Su cláusula de rescisión es de sólo 2.500 millones de pesetas y su agente, Herminio Menéndez, asiste orgulloso al triunfo de su táctica: "Es tan bueno que no dejaremos que se vaya al Tottenham, Barça, Valencia o Milán, todos los que han preguntado por él. Portillo es una mina y acabará triunfando aquí". ¿Saben cuál es su sueño? Lograr que el Madrid le mejore la ficha, sin excesos, para poder comprar a sus padres un chalet en la capital y evitar tener que bajar cada día por la Cuesta de la Reina camino de Aranjuez. Allí está el Jardín del Príncipe. Pero él ya es un rey. El rey del gol.