Se les busca por gafes

El 1 de abril de 1998 el Bernabéu asistió a un homenaje a la sinrazón que erosionó gravemente la imagen del Club más grande. Esa portería caída fue una puñalada en el corazón del madridismo limpio, ése que está alejado de guerrillas urbanas y linchamientos públicos. Los Ultras Sur cambiaron su mentalidad desde aquella noche de autos y en el interior del estadio no ha vuelto a registrarse un sólo incidente grave (sólo la agresión a Reina, obra de un tipo que no tenía nada que ver con los US). Desde que el Madrid los aisló hace un año en una grada con 915 asientos han aprendido a autocensurar sus instintos más violentos. Pero lo del domingo fue tan repulsivo como bañarse en aceite hirviendo.

Los dos individuos que aprovecharon la falta que lanzó Albertini para exhibir una bandera nazi no son del Madrid. Lo afirmo con rotundidad. Santiago Bernabéu decía que nunca admitiría a aquellos que fueran "contra la causa". Se refería a todos aquellos que manchasen la imagen de la entidad. Y eso hicieron estos defensores de un pasaje de la Historia que jamás debió existir. El Madrid no es nazi. Los madridistas no son nazis. El Madrid es ejemplarizante en sus actuaciones y esta gente no pisará más el Bernabéu. Los Ultras despolitizados (que los hay) deben echarlos. Esto es fútbol, no un mitin del siglo XIX. Además, fueron gafes. Su ocurrencia orientó el balón a la escuadra. Estúpidos.

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