Primera | Comidas de hermandad

Armonía en la mesa y parchís sólo para Gil

Florentino no se apuntó a jugar y se felicitó por enfrentarse al Atlético

El derby calentó sus primeros platos horas antes del gran duelo. Como buenos hermanos, las peñas de ambos equipos y las directivas de Madrid y Atlético mantuvieron sendas citas gastronómicas en las que, por encima de todo, ganó por goleada el buen rollo, la educación y el sentido común.

En Jockey se dieron cita los "de corbata", como dice Butragueño. Las bromas, el cruce dialéctico sin cianuro y la sintonía entre Gil y Florentino dieron un toque cálido y humano al primer asalto del derby. De hecho, al término del ágape, Florentino hizo varios regalos al presidente rojiblanco y a su mujer, aparte de regalarle un discurso sentido en el que elogió la tradición de estos derbys y apostó por el hecho de que los rojiblancos nunca más dejen de estar en la categoría "que nunca debió abandonar". Gil estaba alucinado con tanta exquisitez, pero no logró llevar al huerto a su homólogo. Sacó el tablero de parchís y jugo con los suyos (Enrique Cerezo, Miguel Pérez y algún directivo blanco), pero Florentino rehusó tener que elegir fichas blancas, rojas, verdes o azules y se dirigió al Bernabéu para que todo estuviera perfecto para el derby.

Estaba previsto que la directiva rojiblanca se personara en la Ciudad Deportiva, donde se disputaba el derby de los chavales, pero no lo hicieron porque se echó encima la hora y no daba tiempo. Gil está intentando mantener cierto control para evitar que se le altere el ritmo cardiaco, ya que el pequeño susto que le dio el marcapasos hace días en el palco del Calderón fue un aviso. Media hora antes del partido, Gil y sus directivos llegaron al palco del Bernabéu, donde escucharon algunos aplausos.

Bonito ejemplo de las Peñas

En la calle Capitán Haya, cerca del Bernabéu, el restaurante La Tahona acogió la comida del pueblo, la de las dos aficiones. La Federación de Peñas Madridistas de la Comunidad de Madrid, con Fermín Calero y Fernando Ruiz al frente, comieron con sus colegas del Atleti. Todos con sus bufandas de sus respectivos equipos, sin discutir y sin ira. "El Madrid ganará 4-1", decían los blancos. "¿Qué dices, Torres se saldrá", respondían los rojiblancos. Todos felices y un buen ejemplo de armonía.

Lo más visto

Más noticias