14 millones de fieles a la religión blanca

Y dale, Manolete. No te ha bastado con lo de los árbitros y tus fobias gubernamentales. Lo tuyo es de psiquiatra.

Qué fácil es instalarse en el carrito de la demagogia y hablarle a la gente como si fuese natural de la República de Mongolia. Mira, Manolete, la afición del Real Madrid ha sido históricamente la más plural y heterogénea que haya existido en nuestro bendito país. Primero, por un simple principio numérico. En España ya hay censados 14 millones de madridistas (incluyo al millón de emigrantes que son blancos confesos).

En segundo lugar, el Madrid siempre puso unas cuotas de socios de precio muy bajo para que gente de Carabanchel que vive honestamente de sus sueldo, como mi padre, pudiera llevar a su niño al Bernabéu sin que la economía familiar se desangrase. Esa es nuestra gran mayoría, la que nos hace grandes. El Bernabéu acoge desde los banqueros más encopetados y lo más granado de la jet-set (se siente, también atraemos a la beautiful people) hasta al obrero más humilde y al parado con menos salidas.

El Madrid es el club más democrático por esencia, como demostró don Santiago Bernabéu con su famosa y modesta barca, La Saeta, en aguas de Santa Pola. Manolete, que hables tú de pertenecer al equipo del pueblo tiene bemoles. ¿Qué pasa, que Gil es comunista? ¿Acaso lo era Vicente Calderón?

Despierta Manolete. Mientras sigues haciendo ejercicios de onanismo mental, la religión madridista se extiende por el mundo como una gigantesca mancha de aceite. Nos adoran en Japón, China, Australia... Hasta El Niño Torres, seguro que de pequeñito era blanco. Manolete, ríndete. Estás acorralado.

Lo más visto

Más noticias