Buyo y Futre: la paz quince años después

Futre: Aquí está Buyo, mi gran rival en los derbys. No ha habido duelo entre portero y delantero con más morbo que el nuestro. Era espectacular. ¿Verdad, Paco?

Buyo: Seguro Paulo. Pero al terminar acabábamos como dos caballeros. Aunque antes de los Madrid-Atleti ya nos enfrentamos.

F: Es cierto, ya no me acordaba.

B: Fue en un Sevilla-Sporting de Lisboa. Pero claro, donde más tensión y pasión había era en los Madrid-Atlético. Fuimos grandes rivales en el campo, pero la amistad se mantenía fuera del terreno de juego.

F: Recuerdo muchos derbys. El primero mío: ganamos 0-4 en el Bernabéu. Inolvidable.

B: Sí, y nos expulsaron a Jankovic.

F: El segundo fue en el Calderón. Perdimos 1-3. Pero con 0-2 le quité el balón de las manos a Paco y me expulsaron. Nuestro duelo era lo más; siempre saltaban chispas.

B: Sí, me la quisiste jugar (risas).... Habían marcado Rafa (Gordillo) y Hugo. Es que el fútbol es de pillos y a veces hay que tener habilidad para engañar al árbitro.

F: Eso es lo que pasó en el derby donde Martín Navarrete nos expulsó a Orejuela y a mí. Tengo las imágenes grabadas en la memoria. No me hace falta el vídeo para recordarlo... Fue un balón en un uno contra uno en el que choco contra Paco y al pobre Orejuela, que fue a separar, le expulsaron.

B: Estábamos en inferioridad porque Tendillo había visto la roja. Traté de nivelar la balanza y lo conseguí con esa jugada cuando llegó Orejuela y metió la rodilla. Esa jugada es como cuando Paulo entraba en el área, caía y exageraba...

F: (risas) La expulsión de Orejuela fue injusta. Nos habíamos adelantado con un gol de Manolo y luego Martín Vázquez logró el gol del triunfo, aunque en fuera de juego.

B: Lo que queda de todo aquello es que no éramos nada violentos y con esas jugadas nadie se lesionaba. Además, el jugador está a 120 pulsaciones y a veces se te va un poco la olla y cometes algún error...

F: Es normal, un derby, es lo máximo para Madrid y Atlético.

B: Sí, lo que pasa es a veces estos partidos se calientan desde fuera. El entorno crea un clima que luego no resulta bueno. En nuestra época Mendoza y Gil lo calentaban a veces... Si tienes un directivo que no es coherente y que exalta a las masas puede ocurrir de todo. Somos los profesionales, los más coherentes, los que ponen una nota de paz y tranquilidad. Antes había más tensión, pero ahora la cosa está tranquila. ¡Ojalá dure mucho!

F: Ahora las polémicas en los derbys duran 48 horas y se acaban. Todo es diferente.

B: El problema surge porque se ha perdido la honestidad y se buscan excusas para todo. No se analizan los errores, no existe autocrítica. El otro día escuché al Valencia quejarse por el arbitraje en el Bernabéu, o al Deportivo con Irureta criticando a unos y otros sin reconocer que se perdió gracias al buen juego del Atlético y al golazo de Torres.

F: Llegamos al derby en buenas condiciones, pero estos partidos son de resultado incierto. Yo he ganado 0-4, he perdido 0-3... Es un triple en la quiniela, ayer, hoy y siempre.

B: Nunca gana el favorito, pero creo que el Real Madrid lo es en esta ocasión; lleva seis partidos seguidos sin perder, juega en casa y está en forma. Aunque también puede saltar la sorpresa.

F: ¡Ojo con nosotros! Estamos jugando muy bien contra los grandes. No hemos perdido con el Barça, Valencia, Celta y hemos derrotado al Deportivo y al Betis.

B: El caso es que entre nosotros siempre habrá respeto y admiración.

F: Pero cada uno defendemos lo nuestro y nuestra camiseta.

B: Aunque yo pude ser del Atlético...

F: Sí, ¿cuándo fue eso?

B: Estando en el Real Madrid recibí una oferta del Atlético muy, muy suculenta. Me pagaban cinco veces lo que ganaba en el Madrid. Hablamos de muchísimos millones, pero yo la rechacé. Me la hicieron antes de empezar una temporada, y me sugirieron que me acogiera al artículo 1.006, pero estaba muy identificado con el Madrid y quise seguir hasta retirarme.

F: Yo tuve la oportunidad de ir al Madrid cuando ya jugaba en el Marsella. Siempre hubo rumores sobre mí, pero era imposible. Cuando gané la Copa de Europa con el Oporto sabía que iría al Barça o al Inter o al Atlético. Era imposible. Es como si Butragueño o Míchel hubiesen ido al Atlético. Nunca lo habría hecho.

B: Bueno Paulo, espero que veas un triunfo del Madrid el domingo...

F: Tranquilo, Paco. Confió en Luis y los jugadores. ¡Ah! Que sepas que era un placer marcarte un gol...