Caso Munitis (¿2ª parte?)

El calendario ha querido que otro cedido por el Madrid, en este caso Julio Álvarez, tenga la oportunidad de enfrentarse a su club-empresa. Si nos aferramos al ejemplo de Munitis, los más quisquillosos dirán que Valdano debería evitar que el canterano juegue el sábado en Vallecas para evitar otro escarnio público. Pero no es el caso. La entrevista de Garrido al goleador rayista refleja un respeto profundo del venezolano (nació en Caracas) por la institución en la que espera echar raíces en el futuro. Quiere jugar, un deseo lógico, pero no tienen sangre en el ojo como Munitis.

El cántabro confundió los términos porque celebró su gol a Casillas como lo harían Luis Enrique o Anelka, dos tipos que salieron del Bernabéu por la puerta del desamor. Pero ellos tenían coartada: dejaron el Madrid y no les unía ningún vínculo contractual. Munitis olvidó que el Madrid le paga el 70% del sueldo que alimenta a su familia y debió evitar esos alardes festivos. Alegría sí, pero sin ensañamiento.

Por eso, con Julio Álvarez la historia varía. El muchacho celebraría un gol a Casillas con profesionalidad, pero sin inquina, y espera que los clubes lo aclaren todo para que nadie pueda tacharle de actuar desde el resentimiento. Del Bosque no acaba de entender que los cedidos por el Madrid le tengan tantas ganas a papá. Vicente, amigo, acéptalo. Los tiempos han cambiado...

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