El Rey no disfrutará de O Rei
Creer que por no debutar Ronaldo habrá gente que no cenará esta noche es ser demasiado mezquino. La grandeza del Real Madrid está grabada en letras de oro en su escudo y en esa historia centenaria que algunos herejes del Premio Príncipe de Asturias han pretendido mancillar con su burda estrategia para ningunearle. Quizás por ello y ya que lleva el nombre del heredero de la Corona, el Rey Juan Carlos ha optado por buscar mejor ocasión para acudir a la pasarela del Bernabéu a ver las andanzas de su tocayo O Rei. El sóleo de Ronie no está para fiestas y su estreno debe ser con una película imperial, como esa Megalópolis que Coppola anuncia como su proyecto "definitivo". Comprendo que el doctor Del Corral y su equipo prefieran no forzar al crack. Precipitarse sería muy peligroso...
Lo importante es pensar en positivo, la palabra favorita de Van Gaal. Sin Ronaldo, el Madrid ha arrasado en Roma, ha pasado por encima de Espanyol y Osasuna en nuestra Liga casera y ha destrozado al Feyenoord en la Supercopa de Europa, sin olvidar que Tote y Portillo improvisaron un máster ilustrado del gol en San Sebastián de los Reyes (1-8). Al Madrid without Ronie sólo le ha ultrajado el punto G ese Betis de Joaquín, Capi, Denilson y Assunçao. Pero quedan 47 minutos y hasta ese roto puede tener un arreglo sin traumas. Por eso, hoy debe seguir la fiesta para dibujar otra noche de blanco satén. El Genk parece como esa primera novia que sabes que caerá fijo si la llevas a las últimas filas del cine del barrio. Habrá goleada. Ronie, como el cielo, puede esperar.