Primera | Betis - Real Madrid

Como si esta noche arrancase la Liga

Betis y Madrid dirimen un espectacular duelo de favoritos por el título.

Olvídense de lo acontecido hace dos semanas. Aquello fue como un simulacro. Nos sirvió para tomar apuntes reveladores sobre lo que nos espera, pero uno tiene la sensación de que será esta noche cuando de verdad asistiremos al chupinazo que anunciará el arranque de la Liga. Lo del 1 de septiembre fue como un torneo de verano con muchos extras y sólo tres o cuatro protagonistas estelares (Betis y Real Madrid, entre ellos). El parón nos dejó fríos y por eso este weekend se perfila como un examen con mayúsculas en el que ya nadie se atreverá a jugar con las cartas marcadas. Noche de lujo en Heliópolis, de Warner Bross...

El Betis fue solo un animador de lujo en la última edición liguera, pero con el aterrizaje de Víctor Fernández en el banquillo (créanme, antes de 2005 será entrenador del Real Madrid), la llegada del cañonero Assunçao, el regreso del hijo pródigo (Alfonso) y el asentamiento de los niños de oro de Don Manué (Joaquín, Denilson y Capi), el Betis ha presentado una candidatura al título sin tacha que se matriculó de pleno derecho en Riazor (2-4 al Depor de Irureta).

El Real Madrid también acude a la cita con buenas noticias en su mochila de viaje (aunque eso de ir a a Sevilla en el AVE es más cómodo que cruzar Madrid de Chamartín a Carabanchel en Metro). Ganó la Supercopa de Europa con suficiencia, ha acomodado a Cambiasso como si fuese el zapato de Cenicienta hasta lograr que su equipo despliegue en la medular un fútbol principesco... y sigue contando con Roberto Carlos, Figo (imperial de nuevo), Zidane y Raúl. A la espera de que O Rei Ronaldo llame a la puerta de su anhelado debut, Del Bosque sólo mantiene un debate en su fuero interno: el 9. ¿A quién pongo? ¿Guti, para ser más versátil y jugar entre líneas? ¿Morientes, para tener un ariete clásico y contentar al vestuario? ¿Portillo, y asegurarme que adelante habrá un lobo del área dispuesto a comerse a Prats?

Mientras que Vicente deshoja esa margarita-bomba (para luchar por la Liga lo normal sería que apueste por un nueve-nueve), el Madrid aterrizó en Sevilla en medio de un clamor popular que revela que el efecto Ronaldo ya se siente en el cogote de los aficionados, encandilados ante la reaparición próxima del pichichi del Mundial. El Betis querrá repetir la experiencia de hace un año (3-1). Pero aquel fue un Madrid experimental con César en la portería, Iván Campo y Geremi atrás, y Celades y Macca en el eje. Así, hasta mi querido Herencia C.F. hubiese tenido opciones. Por suerte, no es el caso.

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