Trofeo Bernabéu | Real Madrid-Liverpool

Centenariazo

Zidane, Figo y Owen dignifican el prometedor arranque del Trofeo Bernabéu.

El 2 de junio de 1978 abandonó el mundo de los mortales Santiago Bernabéu de Yeste. La FIFA reaccionó como merecía un pionero de semejante calibre y el Mundial de Argentina supo guardar en todos sus campos un minuto de silencio que debió ser de alborozo, porque bendita sea la hora en la que este ideólogo-inventor-presidente-estratega-genio irrumpió en nuestro país para concebir, desde una humildad que engrandeció su posterior leyenda, el crecimiento y el encumbramiento del Real Madrid. Seguramente, el mejor Club de la Historia.

La final de 1981. Un club que reaparece ante su pueblo, 79 días después de la épica conquista de la Novena. En pleno mes de agosto y sin fichajes de relumbrón, tiene su mérito que más de 50.000 ciudadanos copen hoy las gradas para ver un Real Madrid-Liverpool con mucho sabor, con fotogramas que marcaron a una generación que sufrió resignada aquella derrota en la final de 1981 con los reds. Una frustración dibujada con ese tonto-gol que nació de una patada al aire parisino de García Cortés, de una ratonería de Alan Kennedy y de una pifia de Agustín, convencido de que ese maldito inglés no osaría buscar el maldito primer palo...

Pero la vida ha cambiado mucho para el Madrid en estos 21 años. Las tres Champions en color han recuperado la autoestima del club que puso en el mapa a la Copa de Europa (nunca al revés). Además, el Liverpool, el Bayern y el Milán asisten a la cumbre futbolística por excelencia para dar realce al Centenario acumulando 22 títulos que se convierten en 22 razones de peso para que nadie eche de menos este fin de semana la playa, la arena y los chiringuitos. ¡Los herejes se lo pierden!

Santiago Bernabéu y su trofeo tendrán un banderazo de salida de lujo, con Figo, Zidane y Owen (tres Balones de Oro) iluminando un estreno casi hollywoodiano en el que los papeles secundarios los protagonizarán secundarios con hambre como Portillo, Cambiasso o Diouf. El casi lo ponen los ausentes Raúl, Morientes, Casillas, Hierro, Roberto Carlos y Helguera, así como la incógnita de Rivaldo. Si mañana el Milán de Shevchenko y Seedorf derriba al Bayern de Ballack y Kahn, lo suyo sería que Florentino convenza a Berlusconi para que en la esperada final del domingo (Real Madrid-Milán) debute Rivaldo de rossoneri... en el Bernabéu. Eso sí que sería el sueño de una noche de verano.

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