Señor Ortí, y ahora...¿Qué?
El rastrero intento del Valencia por arrebatarle al Real Madrid a Portillo entrando por la escombrera y buscando subterfugios legales para cazar la pieza sin pasar por caja primero, demuestra que en esta jungla del fútbol es mejor estar calladito para evitar que el tiempo te coloque en situaciones embarazosas y éticamente indefendibles. Cierto que el Valencia está intentando aprovechar ese desequilibrio existente entre la ficha de la joya goleadora de la cantera madridista y su cláusula de rescisión: 2.500 millones de pesetas. Pero el señor Ortí debería recordar lo sucedido el verano pasado. Él era por entonces hombre de confianza de Pedro Cortés y fue de los talibanes que defendió el honor valencianista negándose a permitir que Mendieta viese cumplido su noble sueño de fichar por el Real Madrid.
Al final, Ortí se salió con la suya. Mendieta se presentó con la camiseta del Lazio, con una inolvidable cara de amargado, y Ortí fue jaleado por la afición valencianista por haber resistido al ataque del ejército invasor enviado por Florentino y Valdano. Pero ahora resulta que la jugarreta es al revés. Quieren robarle al Madrid a Portillo engatusando al entorno del chaval para que deje tirado al club que lleva 10 años fabricando un delantero con presente y futuro. Señor Ortí, le toca callar. Además, el día que se sepa cómo le hizo la pelota a Valdano en la comida del último Valencia-Madrid no sabrá dónde esconderse.