PARÍS 2024

Oros reparadores

Los chicos del fútbol y Jordan Díaz maquillan un día torcido. Un cuarto puesto en piragüismo, derrota de las campeonas del mundo, de los Hispanos...

París
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Dos fogonazos, el de la Selección española de fútbol silenciando el Parque de los Príncipes para lograr el oro frente a Francia (5-3 en la prórroga). Y un salto de 17,86 hacia la eternidad de Jordan Díaz en el Stade de France, alegraron un día negro de España para despedirlo con una sonrisa. Dos oros que hacen dar un salto en el medallero, del puesto 20º al 15º. El viernes comenzó con 13 medallas (dos oros, tres platas y ocho bronces) y se despidió con 15 (cuatro oros, tres platas y ocho bronces).

Este sábado se sabrá el color de las de las Guerreras del waterpolo (final a las 15:30 frente a Australia) y del boxeador Ayoub Ghadfa (22:51), que quiere reinar en el peso pesado. Lo que hace un total de 17. Y como opciones para sumar más aparecen las de Moha Attaoui en el 800 (19:25), las de las últimas balas del piragüismo, que en principio se concentran en María Corbera y Antía Jácome en el C1 200 (13:50) y la madison de ciclismo en pista con Albert Torres y Sebastián Mora (18:00). Para el domingo quedará el partido por el bronce de los Hispanos. En Río 2016 y Tokio 2020, el botín final fue de 17. La meta estaba en las 22 de Barcelona 1992 para una delegación que se presentó en París con 28 medallas mundiales en 2023 (10 oros, 10 platas y 8 bronces) y 35 en campeonatos de Europa en modalidades olímpicas, más que nunca.

Los chicos de Santi Denia, con dos goles de Camello en la prórroga y otros dos de Fermín y Baena, emularon a la ‘Quinta del Cobi’ de Barcelona para colgarse un oro y acabar con la maldición de los deportes de equipo que arrastraba España. Desde el waterpolo masculino en Atlanta 1996, se habían sucedido diez derrotas consecutivas en finales olímpicas por equipos. Una alegría que se prolongó en el foso de triple, donde Jordan Díaz (23 años), el saltador nacido en La Habana que acogió Iván Pedroso en Guadalajara, reinó en una final carísima para elevarse a los cielos del atletismo.

En los Juegos del ‘casi’ para España, el día amaneció torcido en el piragüismo, el último semillero de medallas. Un viento que se levantó juguetón en el peor momento, penalizó a las zurdas Antía Jácome y María Corbera en el C2 500 (aunque sopló para todas) en el que habían sido subcampeonas mundiales y acabaron sextas. Y a Marcus Cooper y Adrián del Río se les escapó el bronce por nueve centésimas en la foto finish. Y al canal de Vaires-sur-Marne el viento iba trayendo también malas noticias. La del campeón olímpico de escalada en Tokio, Alberto Ginés, descabalgado y compitiendo con el pie izquierdo anestesiado: séptimo. Y el patinazo del equipo de rítmica (dos bronces mundiales en este ciclo), que décimo no entraba ni en la final. Y la constatación, con la eliminación en primera ronda de Cecilia Castro, de que el taekwondo, que venía dando medallas desde Londres 2012, se marcharía de vacío.

Y también se fueron escuchando, mientras los piragüistas recogían sus bártulos, palabras gruesas. “Esta ha sido una buena hostia”, resumía Aitana después de perder el bronce en fútbol con un penalti en el último minuto que tiró Alexia y detuvo la portera alemana. “Ese penalti tenía que ir dentro por todas”, se lamentaba. Igual que lo hacían los Hispanos en Lille, donde perdieron su quinta semifinal olímpica tras estrellarse contra el portero de Alemania, Andreas Wolff, pero también porque desperdiciaron ocasiones claras. “La hemos cagado”, se lamentó sincero Alex Dujshebaev. Les queda el consuelo del bronce, el metal que agarraron en Tokio, el domingo a las 09:30. Lo pelearán, seguro.

Medallero de los Juegos Olímpicos

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