Objetivo: liderato

La Selección de Miguel Méndez prepara el desembarco de la próxima semana en París-Bercy. Es inevitable, sin embargo, echar un vistazo de reojo a las posibles rivales en cuartos de final, cuyo sorteo será este sábado al filo de la medianoche. La primera buena noticia es que la Selección evitará al Dream Team. El resto, ya se verá. De momento, el primer objetivo es tumbar a la Serbia de Marina Maljkovic (13:30 horas, La1), y llegar a Bercy como líderes de grupo, lo que teóricamente también allanaría la dificultad del cruce.

España y Serbia son potencias del concierto europeo hace tiempo. Las dos han vivido momentos de transición. Marina Maljkovic, casi tan incombustible como su padre Boza, ahora presidente del Comité Olímpico de Serbia, ha estado al frente del proceso de cambio. La generación de Sonja Vasic, Ana Dabovic o Dajana Butulija, oro en el Eurobasket de 2021, ha dado paso a un equipo con nuevos liderazgos, y en el que la naturalizada Yvonne Anderson, tiene un peso importante. También han ganado relevancia Masa Jankovic (Perfumerías Avenida), Jovana Nogic (Besiktas) o Dragana Stankovic (Venecia).

Mientras, España, que de momento no ha podido contar con María Conde en ninguno de sus dos partidos, y por tanto se ha visto privado una de sus jugadoras más atléticas (veremos si puede incorporarse en el curso del torneo), ha puesto los cimientos de su juego sobre Leonor Rodríguez y Megan Gustafson. Pero necesitamos a las doce jugadoras, que estén activas”, dijo el pasado martes Miguel Méndez después de la victoria agónica contra Puerto Rico. Es Méndez un seleccionador que deja frases con sello. Según sus palabras, la Selección femenina habrá ido con “la boina clavada hasta las cejas” por la Villa Olímpica de Lille estos días, después de haber estado cerca de dilapidar 16 puntos de diferencia con Puerto Rico. Pero ese partido también fue un aprendizaje para un equipo que supo volver y que añadió jugadoras a la causa. Mariona Ortiz y María Araújo tuvieron apariciones providenciales en el partido. El regreso de Conde sería un subidón físico y de moral para un equipo que vino con el objetivo mínimo de cuartos y ya lo tiene. Ahora va a por más.