Monsieur le champion
Alcaraz, campeón en Roland Garros el 9 de junio, retorna al escenario con una victoria clara frente al voluntarioso libanés Hady Habib.
Carlos Alcaraz levantó la Copa de los Mosqueteros el 9 de junio y 48 días después volvió a Roland Garros como ‘Monsieur le champion’ para estrenarse en unos Juegos. Con la vitola de favorito, claro. Con una equipación rojigualda en una Suzanne-Lenglen abarrotada que le recibió con un estruendo. Y con prisa para terminar por lo que se le viene encima: esta tarde (19:00) el estreno en dobles junto a Rafa Nadal. Así que liquidó al libanés Hady Habib por 6-3 y 6-1 en 1:012h.
A las 14:10 horas, en una pista techada por la lluvia que ya le persiguió en Wimbledon, Alcaraz comenzó a escribir su historia olímpica, que debería ser prolífica con tan solo 21 años. Reinaba un ambiente festivo, contagiado el público por el subidón de la ceremonia de inauguración, a la que no acudió el murciano (no por falta de ganas) para estar más descansado. Habib, 25 años y 275º del mundo, está en los Juegos por ese concepto de universalidad de la cita, pero con sólo 15 partidos ATP sólo podía aspirar a dar guerra un rato. De entrada se procuró una bola de break, que no aprovechó. Lo contrario que Alcaraz, que con una única rotura (2-0), cerró el set con 6-3.
Había ganas de cachondeo. El público celebró el primer juego ganado por Habib como una medalla de oro y le animó constantemente para que eso no acabara pronto, montó una ola que aplaudió el español y coreó cada punto de ambos. Hay ganas de Juegos.
En el segundo parcial, Alcaraz comenzó con break. Un jugador que se ha embolsado 20.000 euros en premios este año contra otro que ha ganado 4,1 millones. Demasiado peso en la balanza hacia el lado del español. Aun así, el libanés llegó a tener tres oportunidades de break en el cuarto juego, pero no las aprovechó y el partido se deslizó hacia el resultado previsto. En segunda ronda, a ‘Monsieur le champion’ le espera el ganador del Cameron Norrie (44º)-Tallon Giekspoor (27º) el lunes. Algo más serio.