La pasarela del Dream Team aterriza en París-Bercy

Para cuando se construyó el Bercy Arena, sede del torneo olímpico de baloncesto, en el distrito 12 de París (1984), Marcelinho Huertas y LeBron James ya habían nacido. Los jugadores más veteranos de los Juegos, cerca de 81 años entre ambos, se cruzan este martes (21:30 horas) en un Estados Unidos-Brasil desnivelado hasta el extremo, que debe conducir al Team USA a las semifinales del torneo contra el ganador del Serbia-Australia (14:30 horas).

Después de poner patas arriba Lille en la primera fase, donde ha amasado tres victorias sin complicaciones, con un +64 de basketaverage general, el Dream Team ya está donde quería. Al fin, aterriza con todo su glamour en París, donde se espera con desatada expectación a Durant, LeBron, Curry, Tatum… Un equipo con magnetismo, dispuesto a quedar en la historia. No sólo con el qué, su quinto oro consecutivo olímpico, (el cuarto de Durant). También con el cómo. Más allá de los deslices de Joel Embiid, el patito feo de la competición por el rechazo que ha generado entre el público francés y sus extemporáneas reacciones a raíz de ello, el Team USA despierta pasiones. Ir a sus partidos en Lille se ha convertido en un ritual. Un ejército de miles de camisetas de franquicias, de toda conferencia, división y época, se confunden en la grada. La afición llega una hora antes de los partidos para no perderse el calentamiento, se hace fotos con Dwyane Wade, ex miembro sagrada de ese equipo y comentarista en los Juegos para la NBC estadounidense. El Dream Team se celebra. Lo saben sus jugadores, que se sienten superestrellas. Quieren divertir y perdurar, pero también disfrutar de los encantos parisinos…

Steve Kerr pide contención y avisa sobre el roster de Brasil, que incluye a uno de sus pupilos, Gui Santos (25 partidos la pasada temporada en los Warriors), y otros jugadores con pasado NBA, especialmente Bruno Caboclo, un pívot trotamundos que pasó por los Rockets y que está jugando a un gran nivel (13 puntos y 7.3 rebotes por partido). Pero es difícil pensar que Caboclo pueda hacer demasiado ante Anthony Davis o Adebayo. Como es difícil imaginar que un equipo que ha perdido de manera concluyente contra Alemania (-13) y Francia (-12), pueda hacer cosquilllas a uno de los mejores equipos de siempre. No sería extraño ver de nuevo a Embiid fuera de una rotación en la que, además de las viejas leyendas, está destacando el imponente Anthony Edwards, que acumula 16,3 puntos por partido y que sorprendió en el traning camp de Las Vegas cuando dijo que se sentía “la opción número uno” del equipo. Seguramente fuera algo osado, pero ahí están sus números. Este martes, la pasarela del Dream Team hace su estreno olímpico en la glamourosa París.