Kamminga: “Adam Peaty está en una buena forma mental”

Conocida en el mundo de la natación es la costumbre, o manía, de Arno Kamminga de no mojarse antes de las carreras. Ni se sumerge en la piscina, pues prefiere practicar yoga, ni toca el agua hasta zambullirse en la competición. Un día sí decidió mojarse. “Es que hacía mucho calor, y quería refrescarme”, se justificó en charla con AS. Fue el pasado 30 de mayo, en la piscina Pere Serrat del CN Sant Andreu. Allí fraguaba el neerlandés su asalto al oro olímpico tras quedarse fuera de Rio 2016 por unas centésimas y después de sus dos platas en Tokio 2020.

Perezoso de chaval, hasta que cambió el chip cuando tenía 15 años y su madre falleció, se puso las pilas después del traspié de los Juegos de hace ocho años. Pero hace tres se tapó con Izaac Stubblety-Cook en los 200 metros braza. Y, sobre todo, en los 100 con el doble campeón olímpico de la distancia: Adam Peaty. El británico ha sufrido enormemente en este último ciclo, fruto de una severa depresión, pero el pasado febrero en los Mundiales de Doha ya reapareció con un bronce. Y, según Kamminga, “Peaty está en una buena forma mental, puede ser un buen competidor”.

Sabe el nadador de los Países Bajos que tendrá mucha más competencia que el británico. Como la de un Qin Haiyang que en los anteriores Mundiales, los de hace un año en Fukuoka, se impuso autoritariamente en las tres distancias de la especialidad: 50 (que no es olímpica), 100 y 200. “Serán unos Juegos muy divertidos”, aventura un Kamminga que pese a todo sentencia: “Voy a luchar por el oro. Será difícil, porque la competencia es muy alta y dura, pero me siento genial”.

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