‘Hermanos’ de park: “Como gane ella, voy a ir a muerte”
Danny León y Naia Laso, que ganaron la Copa del Mundo de Dubái, lideran el equipo español de skate. Este martes, compite la vasca.
Los caminos de Danny León, de 29 años, y Naia Laso, de 15, se han cruzado siempre. Tienen muchas fotos juntos. Y muy distintas. En una de las instantáneas, aparece esa niña que iba a ver patinar a su ídolo. En otra, no tantos años después, aparecen los dos como ganadores de la Copa del Mundo de Dubái, celebrada en marzo. Ahora, tienen clara cuál quieren que sea su próxima imagen: la de ambos con una medalla en los Juegos Olímpicos de París. Este martes (12:30 clasificación y 17:30 la final), en la Plaza de la Concordia, será el turno para la skater vasca. El miércoles (12:30), le tocará al madrileño. Con ellos, también competirán Alain Kortabitarte (18 años) y Julia Benedetti (19). Antes de la cita, todos se prepararon en California, donde los parks son “otro rollo”.
“Estuvimos 10 días de concentración, todo el equipo en una misma casa, conviviendo muy bien. Era justo el power de energía que necesitábamos antes de los Juegos”, explica León, “un hermano mayor” para la tropa. “Cuando no lavaban los platos o hacían las camas, les ponía finos”, dice entre risas. Esa relación fraternal, sin embargo, se maximiza cuando habla de Naia. “Ella dice que soy su hermano mayor... ¡y ella tiene un hermano mayor! Me trata como tal. Cuando estamos juntos, jugamos mucho, hacemos mucho el capullo, le ayudo en sus cositas para las redes... Somos dos niños pequeños jugando (mientras, saca su móvil para mostrar vídeos y fotos de esos días de convivencia en Estados Unidos). Me llena de mucha energía, somos amigos y tenemos una relación muy cercana”, le dedica.
Naia, con la timidez propia de su edad, lo corrobora. “Me ayuda mucho patinando y fuera del skate. Me gusta estar con personas de diferentes edades, porque tienen más experiencia y tienen formas diferentes de entender las cosas”, dice la benjamina de la delegación española junto a Natalia Muñoz, que compitió en la modalidad de street y es dos meses más joven. Juntos, y como líderes del equipo, estuvieron más tiempo que el resto en suelo americano, apuntalando sus opciones de medalla y, simplemente, pasándolo bien. “Nos pegamos un viaje ella, su padre y yo de tres semanas en Estados Unidos, justo después de Dubái, y terminamos superenamorados los tres. Con tanto tiempo juntos, es difícil no terminar a hostias, pero todo lo contrario”, revela Danny.
Una ingeniera matemática y el patín de la Coca-Cola
Según el seleccionador español, Alain Goikoetxea, el punto fuerte del skate español es "la capacidad de adaptación a cualquier park". "Las instalaciones en España nos limitan muchísimo, pero, como no tenemos parks tan perfectos, luego cualquier cosa nos parece fácil", dice. En la Plaza de la Concordia, también intentarán dejar su sello Julia Benedetti y Alain Kortabitarte. La primera, que estudia Ingeniería matemática, empezó en el skate por su hermano, que hacía surf. El segundo, porque le tocó el patín de la Coca-Cola.
Del ligamento a la clavícula
A París, León llega con ganas de redimirse. Como mínimo, de poder sacar su mejor versión. De sentirse libre y disfrutar. En Tokio, compitió con el ligamento cruzado roto. Ahora, sin embargo, está “muy en forma”. “La diferencia entre tener ligamento o no es que ahora estoy más fuerte y que me dan menos miedo ciertos trucos, porque antes se me salía la rodilla, y eso era mucho dolor. Saltando de espaldas o de lado, había trucos que decidí no hacer por ese miedo. Ahora, sí. Ahora los hago. He recuperado muchísimos trucos y ya cargo el peso en las dos piernas. Vuelo más alto, caigo desde más alto. Soy más bestia, más bruto”, avisa.
Naia, por su parte, entra en varias quinielas de medalla. Una rotura de clavícula en mayo, sin embargo, complicó su preparación hacia París. En las Olympic Qualifier Series, de hecho, de participación obligatoria para estar en los Juegos, salió sin competir, sólo para que constara en acta. León, sin embargo, sueña con repetir esa foto de Dubái. “Sí, sí, sí... me lo imagino. Además, ella compite el día de antes. Dice que soy un envidioso y que siempre intento copiarla. Como gane ella, voy a ir a muerte. Es una ambición y una meta que nos hemos puesto. A ver qué tal lo hace ella. Ojalá gane el oro, pero sea plata, bronce o última, yo voy a estar muy orgulloso de ella y de todo el equipo”, dice el hermano mayor.
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