Elena Congost, la ganadora de todos

Por encima de las victorias están los valores y por encima de colgarse una medalla del cuello está el representarlos como lo hace Elena Congost (Castelldefels, Barcelona 1987). “El cariño recibido cura cualquier herida”, afirmó, agradecida, la atleta catalana, descalificada en los Juegos de París 2024 por soltar, apenas un segundo, la cuerda que la unía a su guía Mia Carol para que no se desvaneciera a escasos metros de la meta. Se quedó sin metal, pero ahora tiene el reconocimiento y cariño de todo el mundo. Con una sonrisa en la cara y la seguridad de seguir compitiendo, Congost recogió el Premio Paralímpicos AS del Deporte 2024.

“En ese momento sentí mucha rabia porque creo que se cometió una injusticia muy grande con los valores del deporte y el olimpisimo”, afirmó la corredora de Castelldefels sobre el escenario del Palacio Neptuno después de recoger el galardón de manos de Raúl Blanco, presidente de Renfe. Congost está convencida de seguir derribando barreras con sus carreras, como ha hecho toda la vida. La última vez que lo hizo dio la vuelta al mundo.

Aquel 9 de septiembre cruzó la meta de la maratón T12 (corredores con discapacidad visual) de los Juegos Paralímpicos de París en tercera posición. Sin embargo, al terminar de atender a los medios en zona mixta se enteró de que había sido descalificada. ¿El motivo? Congost, con la intención de ayudar a su guía Mia Carol, que llevaba varios kilómetros sufriendo calambres, había soltado brevemente la cuerda que les unía. De esta forma, después de haber sido oro en maratón en Río 2016, plata en 1.500 en Londres 2012 y haber estado fuera de la competición internacional ocho años en los que fue madre de cuatro hijos, su gran esfuerzo por colgarse otro metal en París 2024 quedó en nada...

Un segundo y adiós a una nueva medalla que ahora se cuelga en forma de reconocimiento de la gente. “Todo el cariño recibido cura cualquier herida. Al final con una medalla te llevas el premio, pero la tienes guardada en una vitrina, como muchas otras, y creo que esta, la de la gente, vale mucho más”, explicó la catalana.

Mientras continúa su particular carrera por obtener esa medalla por la vía judicial, con Jean-Luis Dupont, experto en Derecho Europeo y abogado del influyente Caso Bosman, Congost sonríe con la tranquilidad de quien actuó con humanidad y representó mejor que nadie los valores del deporte. Es la ganadora de la gente, la ganadora de todos. Y va a por Los Ángeles 2028.

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