El gallo dorado

Con la finalización de los Juegos Olímpicos de París 2024, y tras el objetivo fallido de la delegación española de superar las 22 medallas de Barcelona 92, resulta natural preguntarse qué falla en el sistema nacional y qué se puede mejorar. Para ello, lo más lógico es mirar hacia afuera, y fijarse en modelos exitosos. En clave española, dos espejos razonables son los de Francia e Italia, dos países con una situación socioeconómica similar a la de España pero que, en cambio, han conseguido muchos más metales. Los anfitriones de esta última cita olímpica se despiden con 64 medallas, 16 de ellas de oro, su mejor botín desde París 1900. El éxito francés se explica por un largo trabajo de inversión y una apuesta polideportiva que ha dado sus frutos en el gran escenario, a la hora de la verdad.

Los 332 mejores deportistas de Francia son los que más ganan, porque reciben ingresos de 40.000 euros anuales. Si no alcanzan esa cifra en sus competiciones, el Gobierno paga la diferencia entre lo que cobren y la suma mencionada. Así, el Proyecto de Ley de Finanzas (PLF) de 2023 confirmó por otra parte la prioridad que el desarrollo del deporte en Francia constituye para el Gobierno, con un aumento de recursos del 2,6% en comparación con 2022. Este presupuesto jamás visto antes estipula, en particular, la renovación del programa Pass’Sport creado en 2021 (100 M€ en 2023), que es un subsidio deportivo que paga el Estado para que un joven de entre 6 y 30 años obtenga una licencia de un club deportivo. También se ha estimulado la continuación del plan de equipamiento deportivo local implementado por la Agencia Nacional de Deportes (100 millones se destinaron en 2023). De manera más general, se fortificó el apoyo y políticas públicas llevadas a cabo por el ministerio, encaminadas a fortalecer el lugar del deporte en la sociedad francesa, para los jóvenes, la salud y el bienestar de los ciudadanos y la inclusión social de todos.

Sin embargo, los premios son acumulativos para los multimedallistas (buenas noticias para Léon Marchand y Teddy Riner) y se conceden a todos los atletas individualmente cuando la prueba es por equipos. Así que la factura será abultada una vez concluidos los Juegos. En total, el Gobierno tendrá que desembolsar 8,8 millones de euros para recompensar a los 187 medallistas franceses.

Y eso es sólo el primer cheque. El ejecutivo también ha decidido recompensar a los equipos que apoyan a los atletas. Entrenadores, preparadores físicos, fisioterapeutas, directores de rendimiento, armadores, meteorólogos, comisarios, etc. El personal de apoyo recibirá la misma cantidad en metálico que el atleta ganador, pero con la diferencia de que la suma se divide entre todas las personas que componen el personal. Esa será la segunda factura para el Estado, que ascenderá a unos 2,76 millones.

Medallero de los Juegos Olímpicos