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PARÍS 2024 | WATERPOLO (F)

El culmen de las Guerreras

España disputa su tercera final olímpica en cuatro Juegos, con Maica García, Laura Ester, Pili Peña y Anni Espar en todas. Una generación con dos platas que quiere coronar su obra maestra con el oro.

París
JUANJO MARTINEFE

No queremos volver a ganar una plata”. Lo verbaliza Anni Espar, pero lo creen firmemente todas las jugadoras. Especialmente aquellas que han protagonizado una era única, irrepetible, en la que la Selección femenina ha pasado del ‘amateurismo’, de no haber participado en unos Juegos, a ganar títulos mundiales, europeos y a alcanzar tres finales olímpicas en las cuatro citas disputadas. Una de ellas es la atacante, quien se estrenó en 2010, el año en que se hizo cargo Miki Oca. Y, a su lado, otras tres imbatibles Guerreras del Agua: Pili Peña, que cumple dos décadas en el equipo, Laura Ester, debutante en 2008, y Maica García, con media vida en la absoluta, desde 2007. “Es una oportunidad única que esta vez debemos aprovechar”, convienen.

Aunque reconocen con la boca pequeña que les hubiera gustado rendir cuentas con Estados Unidos, a la que ya derribaron en la fase de grupos, por esa espina de las finales de Londres 2012 y Tokio 2020, ahora mismo la cuestión es ganar. Culminar la obra maestra en la ciudad con más monumentos y belleza por metro cuadrado. En este caso, ante Australia, sorprendente vencedora de la semifinal contra las hasta ahora todopoderosas americanas, las únicas capaces de enlazar tres títulos olímpicos, los tres últimos. Que La Défense Arena sea una fiesta como lo acabó siendo, y eso que la grada estaba teñida de naranja, el jueves tras la taquicárdica tanda de penaltis frente a Países Bajos. España ha ganado todos sus partidos en París 2024, lo cual no significa nada, como tristemente demostró la Selección masculina.

Pili Peña y Laura Ester, tras el triunfo en semifinales ante Países Bajos.JUANJO MARTINEFE

Londres, Rio, Tokio y París. Los ha vivido Pili Peña, que cuando ingresó en la Selección, en 2004, tenía en mente el mero “sueño de ir a unos Juegos”, como declaraba a este periódico. “Pero siempre hay algo que mejorar, y ahora estamos trabajando para el oro”, añadía. Lo mismo que Maica García: “Con 17 años me imaginaba llegar a unos Juegos Olímpicos, ni hablar ya de medallas”. Y apostillaba: “Llevo mucho tiempo visualizando el oro de estos Juegos, tengo unas ganas enormes”. Igualmente Laura Ester: “Llevamos todo el ciclo olímpico pensando en el oro, entrenando a muerte, preparándonos”.

Pues el momento ha llegado. También el de Bea Ortiz, Paula Leiton y Judith Forca, quienes se unieron al equipo en Rio 2016 y culminan sus terceros Juegos. O Elena Ruiz, que debutó en los anteriores, con tan solo 16 años. El momento, cómo no, de Martina Terré, Paula Crespí, Paula Camus, Nona Pérez e Isa Piralkova, para quienes todo es nuevo y a la vez los cimientos de la siguiente generación con hambre de seguir en lo más alto. Y, por supuesto, el de un seleccionador, Miki Oca, que puede convertirse en el primer español con una medalla de oro como jugador y otra en el banquillo. De Atlanta 1996 a París 2024.

Maica García, en el éxtasis de las semifinales.ANDREAS SOLAROAFP

Para cuando toda esta locura de generación llegó para alcanzar y (lo más difícil) mantener la excelencia, su inesperado rival en la final de este sábado ya se había colgado el oro olímpico. Lo fue en su casa, en Sidney 2000, que de hecho era la primera vez que las selecciones femeninas de waterpolo competían en unos Juegos. Aquella Australia, con una vasta tradición en este deporte -había sido campeona mundial en Madrid 1986-, subió al podio de nuevo con el bronce en Pekín 2008 y Londres 2012. Incluso llegó a la final de Barcelona 2013, donde cayó… frente a España. Aquello fue el primer y único mundial de las Guerreras. Quién sabe si esta vez también se rompe la baraja.

A las ‘Aussie Stingers’ ya se las encontró España hace un año, en las semifinales de los Mundiales de Fukuoka (12-10), y en la liguilla de Tokio 2020 (15-9), compartiendo la primera plaza de grupo. Es la selección de la portera Gabriella Palm, que se marcó un partidazo ante Estados Unidos. Y también de las tres veces olímpicas Zoe Arancini y Keesja Gofers, quien en el intervalo entre los anteriores Juegos y estos fue madre, de una niña llamada Teleri, de 17 meses, a la que ha tenido cerca en París. Abby Andrews, Elle Armit, Bronte Halligan, Tilly Kearns y la citada Palm estaban con ellas en Tokio. Pero ninguna en Londres 2012. Donde comenzó a fraguarse la leyenda de esta Selección española. El sueño que puede estar a punto de cumplirse.

Anni Espar, en acción durante estos Juegos.ANDREAS SOLAROAFP

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