El corazón de España tira la muralla china

No eran las teloneras del Dream Team, que jugaba un rato después. Era un equipo gigantesco con una fe inquebrantable que tiró, cachito a cachito, una muralla en un partido de esos que vale más que una victoria y que se recuerdan durante años. En un ejercicio de resistencia impresionante, España ganó a China (90-89) en su estreno en los Juegos, prórroga incluida, en el que, desde el 7-6 del inicio, no se puso por delante hasta el minuto 33, ya en el tiempo extra. Y en un partido en el que jamás se abandonó, pese a que hubo momentos en que la victoria parecía inalcanzable. Eso le da más mérito a un triunfo que, además, acerca los cuartos de final, la llegada a la Villa olímpica principal, de París, donde sólo por este partido ya merecerían un aplauso de la delegación española. El partido elevó a la canaria Leo Rodríguez, 25 puntos, que anotó un triple épico que llevó el partido a la prórroga, y a Megan Gustafson, pívot naturalizada con carta de naturaleza que sumó 29 puntos y demostró un talento descomunal para jugar al baloncesto. La afición del Pierre Mauroy Stadium vibró y despidió a las protagonistas del partido como heroínas. Había sido una gran mañana de baloncesto.

Con el mítico Yao Ming como patriarca, entrañable silueta en el banquillo, China enseñó muy pronto sus armas en el partido. Yueru Li, la pívot de 2,00 metros del Besiktas, castigó por dentro. Por fuera, el arma fueron los triples de Sijing Huang. Con la confianza que da ser subcampeonas del mundo y una selección en el momento de cocción exacto, las de Wei Zheng, asesorada por un ayudante español, César Rupérez, cogieron ventaja pronto en el marcador. Miguel Méndez quiso ahogar con Queralt Casas el juego estático de las bases orientales, Siyu Wang y Yuan Li, pero abrieron pronto brecha: 13-22 al final del primer cuarto con un pobre 25% de tiro en la Selección (4/16).

Apareció Alba Torrens en cancha y España reaccionó, aunque quienes la sostuvieron en la primera parte fueron la canaria Leo Rodríguez, que dirigió, ordenó, espoleó y lanzó: once puntos. Y, por supuesto, Megan Gustafson. La pívot de Wisconsin se mueve con destreza en el poste. Dio la sensación por momentos de que el equipo la alimentaba poco en ataque. En la primera parte, la ex estrella de Iowa sólo tiró ocho veces (once puntos). Aunque China le negaba algunas acciones, quedó claro que de su participación podía depender la victoria de una Selección que no pudo contar aún con María Conde y que echa de menos la ausencia de Raquel Carrera. Lo mejor de la primera parte es que, pese a andar justa de recursos, España seguía en el partido (33-37).

China sacó a pasear la carta de Mengran Sun en el tercer cuarto. Su juego interior, más al lado de Yueru, hacía daño a España, que seguía agarrándose al partido con lo que hiciese falta, hasta un triple de Laura Gil, que la murciana celebró con rabia. Miguel Méndez pidió tiempo al filo del minuto 28 de partido con 46-55. La Selección intentó escapar de la primera situación límite: 53-59 al final del tercer cuarto.

Los cuartos avanzaban como gotas de agua, con la ventaja de China siempre oscilando entre los cuatro y ocho puntos. La foto tenía que cambiar de alguna manera si la Selección quería sumar la primera victoria. Y España estaba por la labor. Una canasta de Megan Gustafson a 4:19 del final acercó a la Selección a dos puntos (65-67) por primera vez en casi un mundo. Zheng pidió tiempo y Méndez puso a su quinteto de gala para ir con todo. A 3:29, España había conseguido empatar el partido con una canasta de Leo (67-67). Apareció entonces Yueru Li. Dos canastas y un adicional pusieron el partido casi imposible para la Selección (67-72 a dos minutos), pero Leo Rodríguez, gran partido el suyo, dejó la renta en dos con tres tiros libres. A 34,2 segundos del final, y después de una revisión de un saque de fondo que se volvió contra España, dos tiros de Meng Li dejaron el partido 70-74. Sin embargo, las chicas se negaron a entregar la cuchara. Un dos más uno de Queralt dejó el partido 73-75. Meng Li falló uno de sus dos tiros libres y, con 73-76, Leo Rodríguez se sacó un triple agónico de la manga, tiro adicional añadido. Faltaban seis segundos. La canaria, sin embargo, falló desde la personal y el partido se fue a la prórroga.

Paradójicamente, España se puso por primera vez por delante, desde el 7-6 inicial, en la prórroga. Fue con una canasta de Megan Gustafson a 3.35 del final del tiempo extra. A la fiesta ya se unieron todas. Maite Cazorla, María Araújo, recambio de la eliminada Laura Gil… El partido no dejó de ofrecer giros de guion, pero el partido era de Megan Gusfason, el as de la manga de la FEB para aumentar el talento de un equipo que, todo corazón, ganó un partido que quedará para la memoria olímpica.