El chef LeBron cocina la semifinal

Aunque las canas de su barba no puedan esconder el paso del tiempo, y camine hacia los 40 años, LeBron James todavía es El Elegido. Inspiración y líder natural del Redeem Team, aunque le vaya a faltar un cuarto oro como a Kevin Durant, su presencia en la pista todavía es descomunal. Los privilegiados, entre ellos Léon Marchand, que le vieron este martes en Bercy disfrutaron de su versión generadora. La leyenda de Akron se puso la chaqueta de chef y cocinó, con un festival de asistencias (9), la clasificación del Dream Team para las semifinales de los Juegos, que disputará el jueves contra la Serbia de Jokic, que ya pasó la ITV del Team USA en la primera fase de Lille.

LeBron le puso color a un partido que sirvió para despedir a Marcelinho a sus 41 años, y que conocía su ganador antes del inicio (87-122). Por eso tuvo tanto mérito que, consciente de que tiene una responsabilidad con el aficionado, le hiciese disfrutar. Había otro punto de interés del partido. Era comprobar en qué punto está el desamor entre los franceses y Embiid. El pívot de los Sixers, que estuvo más entonado esta vez, ha tomado la determinación de no callarse a los pitos de la afición local. Si quieren hacer chanza con él, será a cambio de aguantar su colección de gestos cada vez que hace puntos, que este martes fueron bastantes. El aterrizaje de Estados Unidos en París fue suave y, echándole un vistazo a la hoja de ruta, apunta a paseo triunfal del Team USA. La insultante superioridad de talento obliga a mirar el torneo más desde el divertimento que desde la pasión. Es un equipo sencillamente construido para colgarse el oro y proclamar su incontestable reinado en el baloncesto. Será este sábado.

Medallero de los Juegos Olímpicos