El 49er, a bordo de la práctica budista Samatha

Arranca la competición de vela en los Juegos Olímpicos de París 2024 y lo hace con España, en la clase 49er y 49erFX, como cabeza de cartel. Diego Botín y Florian Trittel y Támara Echegoyen y Paula Barceló son las dos parejas nacionales que están dispuestas, no solo a dar espectaculo en Marsella, sino también a colgarse una medalla. Oro, plata o bronce, el tiempo dirá, pero lo que es seguro es que ambas tripulaciones llegan con serias opciones. El trabajo previo está hecho, ahora buenos vientos y a ganar. La mentalidad positiva no falta y tampoco la calma mental. Precisamente sobre esto último, Trittel tiene un máster. Sigue la práctica budista y ‘calma mental’ se traduce en Samatha, que es el nombre de su barco.

Esa calma mental es la quieren tener Botín y Trittel en Marsella. “Con tanto barullo es fácil perderla y no estar en lo que tenemos que estar”, proclama esta dupla cántabro catalana que tiene el cartel de favorita. Los números así lo indican porque no se han bajado del podio en ninguna de las competiciones que han disputado este último año (bronce en el Campeonato del Mundo disputado en Lanzarote, primer puesto en el Trofeo Princesa Sofía y oro en la Semana Olímpica Francesa). Son los números 1 del ranking mundial y en sus primeros pasos como pareja de 49er, en 2022, se proclamaron campeones de Europa y subcampeones del mundo. En 2023 se colgaron un bronce en el Mundial que les dio el billete directo a París. Ya están aquí y si la experiencia es un grado, estos ya saben qué son unos Juegos. Los vivieron por separado y ahora buscan fortuna unidos. Botín estuvo en Río 2016 con Iago López Marra (fueron novenos) y repitió en Tokio 2020. Fue en estos últimos Juegos donde le tocó ver la cara más amarga del deporte y es que acabaron cuartos, empatados a puntos con la medalla de bronce. Para Trittel serán sus segundos Juegos tras formar tripulación con Tara Pacheco en Nacra 17 en Tokio 2020, donde fueron sextos (diploma).

Son muchas las expectativas generadas en torno a Botín y Trittel, pero ninguna rechaza la presión. “Nosotros vamos con tranquilidad. Sabemos que la preparación ha sido muy buena, como los resultados, así que la clave será la psicología. Estar bien de cabeza. Estamos trabajando mucho en ello y creemos que podemos responder bien cuando llegue el momento de máxima presión”, comenta Trittel a AS. “La verdad es que estamos muy contentos por el camino recorrido hasta ahora. Nos estamos consolidando como una pareja fiable y están llegando los resultados”, añade Botín. ¿Medalla? Ambos se mojan: “Hemos de mantener los pies en el suelo porque a unos Juegos Olímpicos todo pasa en cuestión de segundos. Una mala decisión y se te va todo. Así que la clave será que si en algún momento tenemos un día malo, que sea lo menos malo posible. Pero sí, vamos a por el oro. Lo hemos soñado y solo de pensarlo otra vez ya me crea una sensación increíble. La verdad es que para eso trabajamos y es nuestro sueño”.

Por otro lado, el 49er FX de Támara Echegoyen y Paula Barceló. Son una pareja que destila optimismo, ilusión y no hay momento en el que no sonrían. Transmiten alegría y eso se nota cuando navegan. Son una y tienen un objetivo claro: quitarse la espina del cuarto puesto obtenido en Tokio 2020. Tras esos Juegos, Paula Barceló hizo un duro trabajo para volver a convencer a Echegoyen de emprender uno nuevo ciclo olímpicos (estos de París serán sus cuartos) y al final lo logró. Habrá final feliz o no, pero lo que es seguro es que han disfrutado mucho del camino navegado y ahora toca subir a ese podio olímpico. Echegoyen sueña, tras el oro de Londres 2012 (junto a Sofía Toro y Ángela Pumariega en Elliot 6m), en su segunda medalla y nada le haría más feliz que lograrla al lado de “Pauleta”. Su calidad humana es tan excelente como la deportiva y Marsella las espera. Esta dupla gallego balear conoce el podio en este ciclo olímpico porque se colgaron un bronce mundial en 2022 y un bronce europeo en 2023.

Nunca se puede descartar a Támara Echegoyen y a Paula Barceló. Ellas son otra de las bazas españolas y no dudan: “Vamos a pelear al máximo. El nivel de las rivales es muy alto, pero esto nos ayuda a sacar nuestro mejor nivel. Será clave mantener la calma y vivir el día a día. No podemos correr más de lo necesario porque la regularidad es la que al final te da el premio”, advierte Echegoyen. Paula apostilla que “tenemos muy buenas sensaciones. Ojalá nos salgan bien las cosas porque la preparación ha sido buena y hemos intentado no dejar ningún cabo suelto. Queremos llevarnos un buena alegría”.

El 49er, un barco que “no vuela, pero casi”

El 49er es un barco diseñado por el australiano Julian Bethwaite y es una evolución del International 14′s y del Aussie 18′s. El casco es idéntico para la unidad masculina y la femenina, pero el FX (femenino) tiene la diferencia en el mástil y la superficie vélica: 45 m2 por 60 m2 en la categoría masculina. A bordo van dos tripulantes y mientras uno ocupa el puesto de timonel, con el objetivo de dirigir el rumbo del barco, el otro se encarga de buscar la velocidad trimando velas. Ambos navegan colgados del trapecio, casi en paralelo al agua, buscando el punto de contrapeso que les permita llevar velas de mayor superficie y se pueden alcanzar velocidades de 20 nudos (37 km/h). Florian Trittel lo tiene claro: “no vuela, pero casi”. Botín explica que “es un barco con una muy buena relación velocidad y táctica. Me parece una embarcación muy completa y hay cantidad de detalles para obtener un buen rendimiento”.

Respecto al barco, 49er FX, Paula Barceló detalla que “es un barco muy rápido, divertido y emocionante, a veces hasta un poco peligroso, pero ahí está la gracia”. A diferencia de otras clases en las que la organización de los Juegos Olímpicos facilita barco y material, el equipo de 49er FX acudió a Marsella con su material. Támara Echegoyen explica que “compramos el material y entre todo lo que tenemos hemos de decidir cuál creemos que es el más óptimo para afrontar los Juegos. Sólo tenemos una novedad que para nosotros es bastante emocionante y es que el spi, la tercera vela que utilizamos en rumbos abiertos, para esta ocasión lleva los colores de la bandera nacional”.

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