De París al infinito: “Queremos ser el mejor club de la historia”

En San Sebastián de los Reyes, los Juegos se vivirán de forma muy intensa. En la localidad madrileña, en un ambiente familiar, pero siendo referencia a nivel mundial, entrenan dos posibles medallistas olímpicas. Una, Adriana Cerezo, que ya fue plata en Tokio, aparece en casi todas las quinielas; la otra, Viviana Marton, a sus 18 años, pretende ser la sorpresa que en su día fue la española. Ambas pertenecen al gimnasio Hankuk-UNIVERSAE, que este miércoles, en las instalaciones del centro de formación, ofreció una rueda de prensa de ‘despedida’. Desde el próximo lunes, en Tenerife, el equipo se concentrará para afrontar el tramo final de su preparación. En París, se esperan alegrías. “Es la mejor escuela de taekwondo del mundo, sin ninguna duda. Van a demostrar su talento y volverán con un metal colgado del cuello, seguro”, anticipó el director de comunicación de UNIVERSAE, Ricardo Fernández.

Junto a él, también estuvieron presentes las propias Cerezo y Marton, además del concejal de deportes de San Sebastián de los Reyes, Javier Mora, y Suvi Mikkonen, que dirige el Hankuk junto a Jesús Ramal, entrenador de Adriana. “Están con una ilusión tremenda. Parten de situaciones distintas. Adriana, que es favorita para las medallas, ha demostrado que no se baja nunca del podio, se ha quedado a vivir en él, está en una forma increíble y todo es posible. Vivi, por su parte, no es una favorita, pero, como Adriana en Tokio, creo que va a dar una sorpresa. Tenemos todo el equipo detrás ayudando. Vamos a ir muchos ahí. Todas las chicas van a ir a verlo”, expuso Mikkonen, con el resto del equipo, como Luana Marton (hermana de Viviana) o Laura Rodríguez (pareja de entrenamientos de Adriana), tras ella.

En Londres 2012 y Río 2016, Suvi se convirtió en la primera deportista del Hankuk en ser olímpica. Ahora, tras la medalla de Adriana en Tokio y la nueva presencia de Viviana, las expectativas se han disparado. Año tras año, el gimnasio cosecha numerosos metales en todas las competiciones internacionales. Este ciclo, por ejemplo, Cerezo se ha colgado cuatro preseas europeas (tres oros) y un bronce mundial. En Sanse, se hace magia. “El secreto está en haber creado un entorno en el que la gente viene con ilusión y ganas. Cada vez añadimos más elementos que van encajando en el ambiente de trabajo. Alimentamos ese sueño. Primero, partiendo desde Jesús y de mí. Tenemos amigos con tres o cuatro medallas olímpicas y nosotros queremos superarles. Queremos ser el mejor club de la historia”, lanzó la entrenadora, que en los Juegos de Londres fue diploma olímpico.

Hacia lo más alto

Tanto Adriana como Viviana se ven con fuerzas para acometer el reto. “Lo que cambia de Tokio es la visión que se tiene de mí desde fuera. Estamos un poquito más expuestos. Desde nuestro punto de vista, es lo mismo. Íbamos a por el oro entonces y ahora igual, lo que pasa es que la gente se lo cree de verdad. Han sido tres años en los que cada vez nos hemos puesto límites más altos. No me siento más presionada. Que la gente piense que vas a ganar es lo más bonito que se puede lograr”, expuso la española, con una madurez impropia para sus 20 años. “Yo soy una de las nuevas, pero tengo la mentalidad de que soy capaz de lograr cualquier cosa. Confío mucho en mis posibilidades. Tenemos un grupo que, si un día no estás al 100%, el resto te espabila”, completó la húngara, nacida en Tenerife y criada en España. Ahora, desde San Sebastián de los Reyes, ambas buscarán llevar al Hankuk a lo más alto. Por enésima vez.

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