El Hankuk: una fábrica de medallas para el taekwondo
El gimnasio madrileño es un modelo a seguir tras la irrupción de Adriana Cerezo. Tiene tres buenas bazas de medalla en los Europeos que arrancan este jueves.
Suena reguetón. Una consigna de Jesús Ramal y todos los pupilos se colocan frente a él. Primero, unos ejercicios de sombra para calentar. Luego, con oposición. Las patadas empiezan a romper contra las palmetas de plástico y el gimnasio Hankuk de San Sebastián de los Reyes parece Valencia en fallas. A crear esa traca metafórica contribuye Adriana Cerezo (Alcalá de Henares, 18 años), la gran irrupción del año pasado en el deporte español con su plata olímpica y su oro europeo en -49 kg.
Ella es la principal figura de un gimnasio que es una fábrica de medallas para el taekwondo nacional. Allí entrenan también Marta Calvo, otra madrileña que ha sido plata europea y mundial, o Laura Rodríguez, campeona continental junior y sub-21. Y las mellizas húngaras Luana y Viviana Marton, primeras del ranking europeo en -59 kg y -63 kg respectivamente, exponentes de una corriente internacional cada vez más fuerte. Hasta la tailandesa Wongpattanakit, que derrotó a Cerezo en la final olímpica, se ha dejado caer por esta suerte de centro de alto rendimiento privado que ha adquirido proyección mundial en parte gracias a los logros de Adriana.
Lo explica a AS Jesús Ramal, que dirige el gimnasio junto a la finlandesa Suvi Mikkonen, la presidenta, diploma olímpico en 2012 y bronce europeo en 2014: "Nos ha abierto mercados con los que ni soñábamos. Tailandia, Corea…". Básicamente Asia, la meca de muchas artes marciales como esta, de origen surcoreano, se interesa por el buen hacer del Hankuk. ¿En qué consiste su método? Es un abordaje integral: "Nos tenemos que ajustar a lo que acontece en el día a día, pero el fundamento y la forma siempre son iguales. Queremos seguir creciendo para estar a la altura de los deportistas, que tengan fisioterapeuta, médico… Todo lo que necesitan". "Hacemos un enfoque completo, holístico. No queremos solo atletas ganadores, sino atletas que cuiden su salud, su nutrición… Que la suma de muchas pequeñas cosas les haga ganar", añade Alfonso Zamorano, el médico.
Bajo esos parámetros se rige la formación de entre 350 y 400 taekwondistas en tres centros (aparte del de San Sebastián de los Reyes hay en Moralzarzal y El Casar), de los que unos 20 están orientados ya a la alta competición y, entre ellos, unos 10 tienen "proyección de medallistas". En el Europeo que acoge Manchester (Inglaterra) del 19 al 22 de este mes, estarán Cerezo (que compite ya este jueves) y Calvo y la israelí Michal Zrihen, que compite por Portugal en -46 kg. Los secretos, coincide todo el personal, están en el alto nivel de exigencia con el que se entrena y la predisposición de los atletas. "La disciplina y el compromiso que tienen con el club… es que vienen los sábados por la tarde siendo adolescentes. Es muy raro en chicos de su edad. Se enfadan si les quitas días de entrenamiento", relata María Manrique, la fisioterapeuta. "El ambiente es muy saludable y propicia que saquemos el 100%. Luego veo ilusión y ambición allá donde miro. Eso combinado con una buena formación y darle al coco todo el día es una fórmula que está abocada al éxito", aporta Carlos Rubio, el preparador físico.
En esa dinámica Cerezo es un motor, un faro para el resto del gimnasio. "Ella es distinta a las demás", afirma Ramal, que ha trabajado con mimo en su formación. Aunque su precocidad insinúe lo contrario, dice que no han quemado etapas: "Todo lo hemos hecho paso a paso. No hemos acelerado nada. Hemos intentado aplicar todo lo que dice la ciencia del deporte en nuestro contexto". "Entrenar entrena todo el mundo. Te vas a Asia y más horas que ellos no vas a echar. Tienes que marcar la diferencia en pequeños detalles. Al final cuidar el descanso, la nutrición, las recuperaciones… Eso es lo que nos hace mejores", explica ella el porqué de su temprano éxito, que también es lo que llevó a Marta Calvo a apostar por el método Hankuk hace unos meses. "Después de terminar el ciclo olímpico tuve un parón para decidir qué hacer, me llevó tiempo, pero me di cuenta de que era el mejor sitio en el que podía estar y he acertado con la decisión", confiesa. Suvi Mikkonen pone el broche desgranando la filosofía de futuro de esta factoría de talento: "Esperamos todo. Tenemos objetivos muy grandes". ¿El principal? "Ser los mejores del mundo".