PARÍS 2024 | BALONCESTO

Camino infernal hacia las medallas

El sorteo de cuartos y semifinales cruza a España con los rivales más difíciles que le podían tocar. Primero la Bélgica de Meesseman. Después, Alemania o Francia.

ALEX PLAVEVSKIEFE

El desempeño de la Selección española femenina en los Juegos Olímpicos de París ha sido hasta hora sobresaliente. Exceptuando la segunda parte ante Puerto Rico, en la que perdió 15 puntos de ventaja que a punto estuvo de costarle el partido, el resto ha sido todo magnífico. Primero una victoria en la prórroga ante China, subcampeona del mundo, en un encuentro que volvió a demostrar el carácter luchador del equipo. Para acabar la primera fase, un triunfo sólido ante Serbia que confirmaba el liderato.

Ese primer puesto, unido a la derrota de Francia ante Australia en la última jornada, mandaban a España al bombo 1 del sorteo de cuartos junto a Estados Unidos. La Selección era el único equipo que se aseguraba al 100% no verse con el Dream Team hasta una hipotética final. El primer objetivo, estar en cuartos, se había cumplida. El segundo, evitar a las americanas el mayor tiempo posible, también. Todo parecía haber salido perfecto hasta que entraron en juego los condicionantes del sorteo.

Según las reglas, los equipos que hubiesen coincidido en la fase de grupos no podían cruzarse en cuartos de final. Esta norma dejaba los emparejamientos de cuartos vistos para sentencia incluso antes de que se realizase el sorteo. Los equipos del bombo 1 (Estados Unidos y España) se cruzaban con los del bombo 4 (Bélgica y Nigeria). Americanas y belgas habían coincidido en el grupo de la muerte en la primera fase, por lo que España tenía que enfrentarse con Bélgica sí o sí. Era el primer golpe para las aspiraciones españolas de medalla. Las actuales campeonas de Europa, que ganaron la final del Eurobasket a la Selección el año pasado, van a ser un rival durísimo para meterse en las semifinales. Lideradas por Emma Meesseman, una de las mejores jugadoras del mundo que consiguió 30 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias, 5 tapones y 40 de valoración en la victoria clave ante Japón para lograr la clasificación, llegaban a los Juegos como una de las grandes favoritas a medalla. Les tocó jugar en el grupo de la muerte y perdieron los dos primeros partidos ante Alemania y Estados Unidos, pero una vez logrado el pase pueden empezar de cero, con las opciones intactas y la seguridad de seguir siendo uno de los mejores equipos del torneo.

Si España consigue superar esta montaña que tiene por delante, lo que le vendría en semifinales no sería mucho más sencillo. Porque el sorteo ha querido que el ganador de la eliminatoria se enfrente al vencedor del Francia-Alemania, los dos equipos que mejor impresión han dejado durante la primera fase, Estados Unidos aparte. Un cruce terrible, aunque a esas alturas (semifinales) es de esperar que toque un rival de la máxima dificultad. La mala fortuna, realmente, se mide por lo que pudo ser y no es. De las seis selecciones que se podían enfrentar a España entre cuartos y semifinales, las tres más potentes a priori son todas las que van por su lado del cuadro. Serbia, Australia y Nigeria, las otras tres que podían dar un mínimo respiro a la Selección, han caído todas en el lado de Estados Unidos. Así que no queda más opción que superar a dos de las tres mejores selecciones europeas para estar en la segunda final olímpica de nuestra historia.

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