Así se escapó Barcelona 92

Tan cerca, pero tan lejos. En los Juegos Olímpicos de París, España no consiguió su objetivo. La delegación nacional llegaba a la cita francesa con la idea (y los argumentos) de superar las 22 medallas logradas en Barcelona 92. Finalmente, la cosecha fue de 18, con cinco oros, cuatro platas y nueve bronces. No valió con el mayor número de deportistas clasificados desde la Ciudad Condal (383) ni con los 63 metales vigentes entre Mundiales y Europeos, más que nunca. Tampoco con un presupuesto récord, con los 50 millones de euros adicionales del Team España para reforzar a los posibles medallistas durante el ciclo. No se produjo el sorpasso esperado, pero, sobre las pistas, donde todo se decide por detalles, no faltó tanto. La delegación acumuló muchos ‘tiros al palo’, expresión que resonó en infinidad de ocasiones. Demasiadas.

En total, como primera radiografía de esas opciones que llegaron a las posiciones nobles sin alcanzar el podio, España se fue de París con 51 diplomas. La mayoría, además, fueron los más cercanos a las medallas. Sólo cinco corresponden a octavos puestos y siete, a séptimos. Con diez sextos lugares, más de la mitad de los diplomas (29) se concentran entre cuartos clasificados (nueve) y quintos (20). Una parte considerable de ellos, finalmente, los ‘tiros al palo’ de verdad, no fueron metal por resultados de foto finish, literal y metafóricamente, o tras actuaciones que parecían tenerlo todo atado. La fina línea entre superar Barcelona o no.

Centésimas, centímetros, puntos...

Uno de los ejemplos más claros, y que dolió por partida doble, fue el de Mar Molné y Fátima Gálvez. Las tiradoras se clasificaron para la final como las dos mejores. En la lucha por las medallas, sin embargo, terminaron cuarta y quinta. Miquel Travé, quinto al final en piragüismo eslalon, siempre se acordará de la maldita puerta 14, la que le dejó a 89 centésimas del bronce. En el agua, también se quedaron fuera del podio por un suspiro Marcus Cooper y Adrián del Río, a nueve centésimas (1:27.38 frente al 1:27.29) de los australianos Jean van der Westhuyzen y Tom Green. En el caso de Enrique Llopis, en el tartán del Stade de France, fueron once las centésimas que le separaron de la gloria en los 110 metros vallas. En el mismo escenario, Ana Peleteiro, aunque más lejos de la lucha real, se quedó a ocho centímetros de unos metales que, por marcas, estaban a su alcance. Abert Torres, en el omnium del ciclismo en pista, terminó a cuatro puntos del podio.

Y más. Tuvieron la medalla en sus manos tanto Jon Rahm, que lideraba por cuatro golpes a falta de ocho hoyos, como Jordi Xammar y Nora Brugman (470 mixto de vela), que llegaron a la medal race en posición de plata y se hundieron para terminar novenos, un ‘tiro al palo’ que ni contabilizó como tal. Por su cartel, también supuso un golpe al medallero la derrota de la Selección femenina de fútbol en el partido por el bronce, con la oportunidad de forzar la prórroga en ese penalti que Alexia Putellas no pudo convertir en el último minuto. En el grado máximo de crueldad, también se escapó la medalla de Carolina Marín, que dominaba las semifinales contra la china He Bingjiao por 21-14 y 10-5 cuando una de sus rodillas, la derecha, hizo crack por tercera vez.

La maldición del bronce

En los deportes de contacto, la sensación de oportunidades perdidas se acrecentó. Todo empezó el mismo día en el que Fran Garrigós, 24 años después, rompía la sequía del judo con un bronce. Instante antes, su compañera Laura Martínez no había podido vencer el combate por el podio. Luego, les ocurriría lo mismo a Ai Tsunoda, Tristani ‘Tato’ Mosakhlishvili y Niko Shera. En taekwondo, cedieron en sus oportunidades de bronce Adrián Vicente y Javier Pérez Polo. En boxeo, acompañado de muchas quejas por las decisiones de los árbitros, cayeron a un paso del podio Rafa Lozano Jr. y José Quiles. En total, sólo se ganó uno de los ocho combates por el bronce. Con las derrotas de la Selección femenina y el hockey hierba masculino, por un lado, y las victorias de los Hispanos, Enmanuel Reyes Pla y de la dupla formada por Sara Sorribes y Cristina Bucsa en tenis, el balance de triunfo en duelos directos por el bronce se quedó en cuatro de quince. Así se escapó Barcelona 92.