Barcelona | Xavi Vilajoana

Xavi Vilajoana, el hombre que ‘reclutó’ a Yamal para La Masia

Sólo él sabe lo que tuvo que luchar para convencer a sus padres que si querían ver a su hijo triunfar tenía que hacer las maletas y abandonar la casa familiar en Mataró. “En La Masia todo está preparado para fomentar el crecimiento personal y futbolístico de los chavales; no hay un entorno mejor”.

GORKA LEIZADiarioAS

Durante cinco años (2015/2020), Xavi Vilajoana estuvo al frente del fútbol base del FC Barcelona como directivo responsable. Fueron años de asumir decisiones drásticas y difíciles -la salida de Marc Cucurella e Ilaix Moriba-, pero también de afrontar apuestas y órdagos brillantes -la confianza por Lamine Yamal y Pau Cubarsí-. A Vilajoana, para quien no lo sepa, hay que agradecerle su cabezonería e insistencia para que un risueño Lamine, con apenas diez años, abandonara los brazos de sus padres para recluirse en La Masia. Un hecho que sigue siendo insólito se mire por donde se mire: La Masia es la residencia habitual para los chavales que vienen de fuera de Catalunya, pero en ningún caso para un niño que vive a 30 kilómetros de Barcelona. Sin embargo, y no sin ciertas trabas y complicaciones, Vilajoana convenció a sus padres que el entorno de La Masia era el idóneo para el crecimiento futbolístico y personal de su hijo.

Siete años después se ha demostrado que Vilajoana tenía razón. Gracias a esta decisión, el FC Barcelona cuenta con la estrella más precoz y emergente del panorama futbolístico mundial. Eso sí, Yamal difícilmente le quitará el único record que tiene Vilajoana aún vigente: ser el único deportista que ha jugado en dos equipos profesionales del Barça (tres años en el de fútbol y cuatro más en el de fútbol sala).

Explíquenos que es La Masia para un neófito...

La Masia, aparte de la residencia, era un compendio de la educación personal y deportiva. Para nosotros era un todo. Se anteponía a veces el tema personal al deportivo. Lo que no se permitía en ningún caso era valorar sólo el tema deportivo. Los valores eran tan o más importante. Si sólo valoras lo deportivo y dejas aparte los otros factores, al final acaba afectando. La Masia era el centro de todo. La formación en mayúsculas. Mi época al frente fue muy prolífica. Intentamos cambiar muchas cosas. No sólo formábamos futbolistas sino personas.

Usted fue testigo privilegiado de los primeros pasos de Yamal en el fútbol base blaugrana

Sí. Con Lamine hicimos una excepción porque normalmente los jugadores que residían y dormían en La Masia eran jóvenes que vivían fuera de Catalunya. Con Lamine vimos un entorno socio/económico y familiar que podía no ser del todo adecuado para su formación y crecimiento personal. Creíamos que necesitaba un entorno más equilibrado y controlado. Queríamos tenerlo en La Masia, se lo comentamos a sus padres y al final, tras pensárselo bastante tiempo, aceptaron. No fue fácil, la verdad.

¿Le ha sorprendido la precocidad de este jugador?

Nadie podía intuir esta explosión. Sí que sabíamos que tenía un enorme potencial y que era un jugador diferente a los demás. Pero la rapidez con la que ha subido y se ha adaptado al primer equipo, nos ha sorprendido a todos.

¿Pau Cubarsí también destacaba en el fútbol base?

Por su situación de juego, tenía mucha competencia, compañeros que también tenían un gran nivel. Los centrales son más difíciles de detectar que los delanteros.

¿Por qué salen tan pocos 9 en la cantera del Barça?

Porque es la posición más difícil del fútbol. Ha de ser un futbolista que destaque en los espacios reducidos porque tú eres un equipo dominante y eso no es fácil. Y después has de tener gol. Y eso no se enseña. Lo tienes o no lo tienes. Por eso se paga tanto el gol.

Uno que teníamos, Marc Guiu, y se marchó al Chelsea este verano...

No lo entendí. Yo hubiera hecho lo posible para que se quedara. Era evidente que tenía muchas cosas a mejorar, pero tenía gol. Era el perfil de jugador que aquí hubiera evolucionado y mejorado muy rápido. Para un delantero centro que asoma la cabeza en la cantera y no nos esforzamos en retenerlo.

¿Cuál fue su mayor decepción en sus años al frente del fútbol base?

Posiblemente Ilaix Moriba. Le ofrecí renovar porque creíamos en él y en sus capacidades, pero fue su decisión. La propuesta que le hicimos era muy buena, pero sus agentes y sus padres no lo vieron así y aceptaron una oferta de fuera.

¿Y Marc Cucurella?

En el momento que tuvimos que decidir, Marc competía con Miranda en el lateral izquierdo. Al entrenador se le pusieron las dos opciones para subir al primer equipo y escogió Miranda. Entonces tuvimos que buscar una salida a Cucurella. Con Grimaldo ya no hubo esa opción porque prefirió marcharse directamente al extranjero.

¿Qué jugador de la cantera hubiera retenido a cualquier precio?

A Nico González. Para mí es un jugador extraordinario, pero no se le dio toda la confianza en el primer equipo. Xavi decidió no renovarlo. Me pareció y me sigue pareciendo un error monumental.

¿Marc Casadó es la mejor muestra de hacer de la necesidad una virtud?

Sin duda. Individualmente no es un 10, pero colectivamente es un 9,5. Esta es una de las virtudes de la gente de la casa, que mejora en el colectivo porque ha mamado esta forma de jugar durante mucho tiempo.

¿Sigue el fútbol base del Barcelona y, si es así, hay algún jugador que le haga brillar los ojos?

Sí lo sigo. A ver, que nadie piense en un nuevo Lamine Yamal porque de esos sale uno en muchos años, pero jugadores como Aleix Garrido tienen claro perfil para el primer equipo, como también Pau Prim.

¿Y cómo ve la gestión que se está haciendo desde la planta noble en el fútbol base?

El problema de base es que no percibo una unidad entre todas las categorías, cada equipo es de su entrenador. Y con esa falta de perspectiva en el juego se está asumiendo un gran riesgo. Creo que fue un error mayúsculo desmantelar el área metodológica, que compartían Paco Seirul.lo y Joan Vilà, porque definía y sentaba la base de juego y entrenamientos en todos los equipos, desde el prebenjamín al juvenil. Ahora el porcentaje de suerte a la hora de subir jugadores ha incrementado.

Una de sus apuestas personales en este sentido como entrenador fue Garcia Pimienta

Sí. Yo le hubiera dado el primer equipo cuando la junta decidió destituir a Valverde. Siempre he defendido que también somos una escuela de entrenadores. Si nos habíamos de arriesgar, mejor darle la oportunidad a uno de la casa.

Aunque con Xavi no fue del todo bien...

Creo que tuvo el problema de la inexperiencia. Y no sólo me refiero a él, sino a buena parte de su staff. A este nivel suele pasar factura. No por ser un gran jugador, te garantiza ser un gran entrenador.

¿Ve factible recuperar el área de metodología?

Sí. Yo lo haría. Es muy necesaria. Más que nombres es un concepto. Necesitamos un hilo conductor que garantice nuestras esencias futbolísticas.

¿Comparar La Fábrica con La Masia es un apostasía?

Son políticas de cantera muy diferentes. El fútbol base del Real Madrid tiene muy buenos jugadores, pero se estructura en términos muy cortoplacistas. Y los jugadores acaban marchando porque ven que hay un embudo para llegar al primer equipo.

¿Qué le parece la apuesta de Flick por los jóvenes?

No sé si es por convicción o por necesidad. Me gustaría saber qué hubiera pasado si esta directiva hubiera tenido 500 millones para fichar. Ya veríamos cuál hubiera sido el grado de apuesta por la gente de la casa. Yo siempre digo que La Masia no es un segundo plato. La gente del filial ha de ser la primera opción, pero no ha de ser a la inversa. Lo veo muy hipócrita sacar pecho por la cantera si has demostrado en el tiempo que tus prioridades son otras.

En todo caso, el técnico alemán ha recuperado la competitividad del equipo

Sí. Se nota que hay un trabajo de base, un entrenamiento, una idea clara. Además, les deja jugar. Con Xavi tenía la sensación que jugaban demasiado encorsetados, como si estuvieran leyendo un libro de instrucciones de lo que puedo o no puedo hacer.

¿Qué parte de responsabilidad tuvo en el contrato de Frenkie de Jong?

Las renovaciones que se hicieron en pandemia estaban totalmente condicionadas. De un día para otro pasamos a cobrar 400 millones de euros menos. Eso en insostenible en cualquier empresa y había que tomar decisiones. Deportivamente en ese momento fue una buena decisión porque era un pedazo de jugador. Es muy fácil opinar a posteriori.

Cuéntenos un poco su experiencia actual como vicepresidente económico del AE El Prat...

Es un proyecto muy basado en el fútbol base. Llevo ya tres años. Nuestro primer equipo esta en Tercera RFEF. La idea de juego es totalmente transversal, con un área metodológica. Ahora mismo, tenemos cinco futbolistas en el primer equipo salidos de la cantera.

¿Cómo va el primer equipo?

Bueno, ahora mismo estamos en una mala racha de resultados. Pero el juego está siendo bueno. Las decisiones no se basan exclusivamente del marcador. Hay que analizar muchos otros factores.

¿Cuál es el objetivo a largo plazo?

Tener un club que sea sostenible y que el primer equipo juegue categoría profesional. Queremos ser un club cercano y que la gente se lo haga suyo. Subir los 500 socios que tenemos actualmente y que la gente se sienta orgullosa de su pertenencia.

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