ATHLETIC

Williams: “En Ghana están metiendo presión con Nico, ya se verá”

Iñaki se muestra feliz con su estreno con el combinado africano. Elogia a Marcelino: " Encajaría a la perfección como seleccionador”

Carlos BarbaDiarioAS

El apellido Williams está en boca de casi todos en el fútbol. Iñaki se estrenó con Ghana el viernes pasado y su hermano Nico lo hacía con España al día siguiente. Una doble vía como la de los Boateng, con Alemania y la propia Ghana; los Alcántara, con Brasil y España; los Xhaka con Suiza y Albania; los Vieri con Italia y Australia; los Mandanda con Francia y Congo; y los Pogba con Francia y Guinea. “Fue increíble poder debutar en la selección de Ghana y encima contra Brasil, las sensaciones por dentro son indescriptibles, lo disfruté muchísimo”, remarca Iñaki en una entrevista a El Larguero de la SER. “Pasamos a la historia como dos hermanos jugando al máximo nivel en dos selecciones distintas. Estamos contentos por ir cumpliendo sueños, Nico está dando pasos agigantados, le está viniendo todo muy pronto, nos alegramos mucho todos por él”, añade.

“Cuando me enteré de mi estreno, dije: ‘¡Brasil! ¡Vaya comienzo! Tienen jugadores top a nivel mundial”, exclama. Jugó la segunda parte y cayeron por 3-0. Se gustaron Vinicius y Neymar. Ahora jugará ante Nicaragua, en Lorca. El ‘9′ detalla cómo ha sido su proceso hasta dar el ‘sí' a Ghana. “Llevaba muchísimo tiempo sin pasar unos días con otros jugadores que no son del Athletic, ha sido todo muy diferente, me estoy acostumbrando a mis nuevos compañeros y me han hecho todo muy fácil. Estoy haciendo un máster en inglés es la única forma que tengo de entenderme con ellos”, indicó en referencia a su conocimiento básico del idioma, que tuvo que emplear en la rueda de prensa posterior al choque ante la ‘Canarinha’. Antes de eso, pasó por la novatada detener que bailar ante el resto de internacionales de los Black Stars: “Tiré de pasos prohibidos y les hice reír”.

En mayo de 2016 jugó su único partido con España, a las órdenes de Vicente del Bosque, un amistoso ante Bosnia. Al final, Luis Enrique se olvidó de él y tomó la decisión de ir con el combinado africano para vivir la experiencia de un Mundial, en Qatar. “Fue un cúmulo de cosas, me siento maduro, no he tenido la oportunidad de ir con España y me dieron esta. El presidente de la Federación de Ghana se puso en contacto conmigo, me dijo lo que buscaban como equipo. La idea me atraía bastante, pero no lo tenía del todo claro”. Considera que es un paso muy importante en su carrera, porque ahora tendrá que hacer largos viajes en los parones FIFA. Entrando en el detalle de la gota que le convenció, va narrando: “En verano fui ir a visitar a mi familia y tuve con mi abuelo una charla muy emotiva. Me dijo que sería una grandísima ilusión que jugara con Ghana, que tiene 90 años y se podía morir tranquilo. Nunca me ha pedido nada y lo hizo un un brillo en los ojos...”. James, por lo tanto, es a día de hoy el hombre más feliz del mundo. Y un aficionado acérrimo del Athletic. Llegaron un viernes de noche a Acra, la capital ghanesa, y al día siguiente se fueron al pueblo del abuelo, Kumasi, situado a algo más de tres horas en coche. Acudió con su novia. Allí le esperaban sus tíos, primos... “fue un día muy emotivo, el recibimiento nos pareció increíble”. Curiosamente en 2016 tenía pensado hacer ese mismo viaje, con su compañero De Marcos, pero le citó Del Bosque para el amistoso con La Roja ante Bosnia y tuvo que aplazarlo. El lateral, uno de sus mejores amigos, ha estado en la vecina Togo “y tenemos pendiente ir juntos a Ghana”. En su etapa en Primera no había tenido ocasión de regresar al país de su familia.

El colmo para los hermanos sería jugar uno contra otro en el Mundial, “sería la hostia”, lanza espontáneo. Ghana está encuadrada en un grupo con Portugal, Uruguay y Corea. Los padres de ambos tendrían el corazón dividido, “sobre todo nuestra madre, que es la que más siente el fútbol y a sus niños”. Muchas veces se retan los dos hermanos. “Físicamente soy un pelín superior a Nico, en carrera aún le doy calambre, aunque le saque ocho años y me dice que estoy tieso”, se ríe Iñaki. Y también valora que “en el uno contra uno, él es prácticamente imparable”. La federación de Ghana no va a dejar de insistir en el pequeño, a ver si sigue el mismo camino que Iñaki: “Están metiendo un poquito de presión, ya se verá en el futuro”.

Además, el león se solidariza con Vinicius tras soportar gritos racistas en las afueras del Metropolitano antes del último derbi ante el Atlético. “Son lamentables, no tiene nombre lo que le pasó a él o a mí en Cornellà. El fútbol es el espejo para mucha gente y nos acordamos de esas personas invisibles que lo sufren a diario, los que más lo padecen. Esto no es ejemplo de nada. Las sanciones debían ser ejemplares para que no haya actos como estos. Estoy con Vini, son momentos frustrantes y entre todos podemos hacer que acabe esta lacra”. Intentó hablar con el fenómeno madridista el viernes antes de medirse a Brasil, pero no pudo y al final del mismo estuvo atendiendo a muchos medios y familiares y tampoco se dio el caso.

En cuanto a sus apreciaciones sobre un asunto más próximo, el arranque en Bilbao, no puede estar más satisfecho. “Hemos llego al parón muy bien, con buenas sensaciones. Valverde ha caído de pie, en esta vuelta es como si no hubiera pasado el tiempo, ha dado un pasito adelante. En los últimos años en las finales hemos muerto en la rodilla y nos queda ese último paso”. Eso no le hace olvidar lo bien que se sintió con Marcelino. “Es uno de los mejores entrenadores a nivel nacional, siempre hablaré maravillas de él y su staff, siempre quiere hacer mejor sus futbolistas y los defiende por encima de todo, es una persona increíble en el trato individual, encajaría a la perfección como seleccionador, seríamos un equipo dinámico y directo”. Una de las innovaciones que se trajo el preparador asturiano es el fichaje de un psicólogo, José Carrascosa. “Ahora veo que es un aspecto muy importante, me ayuda a centrarme, a ubicar mis pensamientos en el fútbol, a olvidar cosas ajenas a mi control. De joven te preocupas demasiado por el qué dirán. El halago debilita, cuando estás mal nadie se acuerda de ti. Para centrarte en tu mejora individual, tienes que hacer caso a tu entorno inmediato”. Se ve el mejor momento de su carrera: “Estoy feliz, la madurez va llegando, tengo muchas ganas de seguir creciendo”.

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