Vuelta de París convencidos de que aún “hay opciones”
Caras de circunstancias y mucho silencio en la expedición de la Real Sociedad en el viaje de regreso a San Sebastián.
La Real Sociedad ya está de vuelta de París, de su primer viaje a la capital de Francia, quien sabe si el primero de muchos en esta vuelta por todo lo alto a la aristocracia del fútbol europeo con una Champions League que estaba siendo impoluta hasta el momento y que pase lo que pase tendrá que recordarse durante mucho tiempo. No fue una vuelta sencilla, porque entre la expedición txuri-urdin se seguía rumiando lo que había pasado en el Parque de los Príncipes, con la sensación de que se había perdido en gran parte por deméritos propios, más allá de la evidente calidad que tenía enfrente con Kylian Mbappé y compañía. Pero al mismo tiempo, quizá precisamente por eso y poniendo en valor el gran primer tiempo que fue capaces de hacer, había una sensación en la expedición realista de que se puede dar la vuelta a la tortilla francesa, nunca mejor dicho, y soñar con una remontada histórica en la vuelta en el Reale Arena. “Es difícil, pero todavía hay opciones”, se comentaba entre directivos, jugadores y resto de invitados al viaje oficial de la Real Sociedad.
Como es lógico, fue un viaje de vuelta de París de pocas palabras y muchos silencios. Entre los directivos que acompañaron al equipo realista y entre los propios jugadores apenas se cruzaban algún diálogo suelto y se miraban con caras de circunstancias. Y cuando se hablaba de algo, se recurría siempre al mismo lamento. “¡Qué pena lo que pasó en el primer gol! Sino ahora igual estábamos hablando de algo diferente”, comentaban con un punto de rabia. Porque hasta que llegó el gol de Mbappé, la Real estaba mejor colocada sobre el terreno de juego y no daba la sensación de que el PSG pudiera adelantarse en el marcador. Sus estrellas estaban bien sujetas y los realistas se empleaban con personalidad. Pero un detalle, un error, condenó a los donostiarras, con Hamari Traoré como protagonista. El maliense volvía callado, consciente de su fallo y del tirón de orejas público que recibió de Imanol tras el partido. “Pero igual podía haberse ahorrado ese comentario, tenía que habérselo aguantado y hablarlo con él en privado”, se comentaba entre la expedición.
Pero más que lamerse las heridas de lo ocurrido en el Parque de los Príncipes, lo que se hacía en la expedición realista en el viaje de vuelta era pasar pagina y mirar hacia delante, concretamente al 5 de marzo, la fecha del partido de vuelta en el Donostia. “No hemos dicho la última palabra, nuestro equipo lo va a pelear hasta el final, estoy convencido”, decía un directivo realista intentando animarse. “Con nuestra gente y metiendo presión desde la grada seguro que lo podemos conseguir. El equipo ya ha demostrado que puede pelear contra cualquiera de los grandes de Europa”, le respondían. “Pero para eso tenemos que meter goles, y en algún momento ese bloqueo se va a acabar y vamos a volver a marcar”, comentaban en esa misma conversación.
Y es que esa es la clave en este momento de la temporada para la Real Sociedad: el gol. Los donostiarras sumaron su quinto partido seguido sin ver puerta, que se dice pronto, y aunque sea un tópico, sin gol no hay paraíso, esa es la realidad. El dato es elocuente: “La Real no enlazaba cinco partidos seguidos sin marcar desde 1973, con Iriondo de entrenador”, tal y como apuntaba el periodista Pedro Martín en la Cope. Sólo con eso se explican muchas cosas de lo que le está ocurriendo al equipo de Imanol Alguacil en el último mes. Hace muchas cosas bien, pero le falta puntería y definición dentro del área rival, y así es complicado creer en ninguna remontada. Hay que recuperarlo como sea.
Y cualquier detalle, por pequeño que sea, seguro que suma. Como el autógrafo que le pidió una azafata en pleno vuelo de vuelta a Umar Sadiq cuando se levantó al baño. Un poco de autoestima para el ‘Látigo de Kaduna’ seguro que le viene bien, porque fue muy serio y al menos regresó a su asiento con una pequeña sonrisa. Que es verdad que les cuesta horrores hacer gol, pero la afición sigue creyendo en ellos. E Imanol en lo que cree es en el trabajo. Da igual que pierda o gane, no da tregua a su plantilla. Fue regresar de París e ir directamente a Zubieta para hacer la primera sesión de cara al partido de liga en Mallorca. Un entrenamiento que fue de recuperación para los titulares contra el PSG, pero más intenso para el resto, y bastantes de ellos tendrán seguro su oportunidad en Son Moix. No conoce otro secreto el entrenador de la Real: trabajo, trabajo y trabajo. Solo así se puede soñar con remontar contra los de Luis Enrique, y solo así se puede seguir cumpliendo los objetivos marcados para esta temporada.