Vinicius persigue el mito

Vinicius Junior (22 años) está de enhorabuena. El delantero brasileño alcanza hoy ante el Valencia los 200 encuentros disputados con el primer equipo del Real Madrid. A esta cifra hay que sumarle los 48 goles y 49 asistencias que lleva en estos primeros 199 encuentros, y que dan relieve a un jugador que empezó siendo un revulsivo hasta que Santiago Solari decidió apostar por él para el primer equipo en su etapa, breve pero intensa. El técnico argentino le había tenido en las filas del Castilla, a donde le mandó Julen Lopetegui en sus comienzos en el fútbol español. La idea del extécnico blanco era que fuera amoldándose al fútbol que se juega en Europa. Pero en sus apenas cinco partidos (marcó cuatro tantos) con el filial blanco ya dio muestras de su personalidad, talento, carácter y espíritu guerrero: en su primera salida con el Castilla, un derbi ante el filial del Atlético de Madrid, el capitán rojiblanco Tachi llegó a intentar morderle la cabeza.

Vinicius es el tercer jugador más joven en alcanzar esa cifra tras dos mitos blancos como son Raúl (los alcanzó con 21 años, cinco meses y 22 días en una salida a Oviedo en 1998, en la que los blancos cayeron por la mínima, 1-0) e Iker Casillas, que lo hizo con 22 años, cuatro meses y 26 días. Vini los alcanza con 22 años, seis meses y 18 días. Hubiera podido haber alcanzado esta cifra mucho antes, pero una lesión sufrida en 2019 ante el Ajax le mantuvo apartado de los terrenos de juego un par de meses. A su vuelta, ya con Zidane como entrenador, el técnico francés era reacio a darle más minutos. Pero su fe, inquebrantable, y su espíritu resiliente le hicieron ganarse poco a poco la titularidad de nuevo. Fue la pasada campaña, ya con Ancelotti como entrenador madridista cuando Vinicius acabó por explotar y cuajar una más que notable temporada.

Ante el Valencia llega a esa cifra convertido en una de las referencias del conjunto blanco. En ese proceso, sin freno, Vinicius se ha transformado de patito feo a cisne. De recibir continuas mofas a consagrarse en el estadio de Saint-Denis marcando el gol que daba al Madrid la Decimocuarta Champions. Un gol clave en su carrera y un salto cualitativo en cuanto a su relevancia a nivel mundial. Fue su gol número 36 con la camiseta blanca (Benzema, en su partido número 200 con el Madrid, sumaba ya 96 goles). Un gol que le metió dentro del selecto grupo de los candidatables a ganar el Balón de Oro algún día: de no figurar en ninguna lista, en la de 2022 acabó en octava posición con 61 puntos. Hoy, este jugador indomable (lleva 64 faltas sufridas en 18 partidos: una media de 3,5 por partido), quiere seguir sumando partidos y goles.