Vicente Moreno: “Después de la experiencia del año pasado, de un año tan duro, quise hacer este cambio”
El entrenador valenciano se ha ido a Qatar. Recuerda la tragedia vivida hace un año por la dana en Valencia.
El entrenador valenciano Vicente Moreno, natural de Massanassa, fue uno de los miles de afectados por la dana del 29 de octubre de 2024 y, aunque un año después la normalidad prácticamente se ha restablecido, reconoce que “sigue habiendo señales que tardarán en marcharse”.
Desde Pamplona, donde residía porque dirigía a Osasuna, siguió por videollamada cómo el agua iba ganando terreno en su casa familiar mientras sus hijos trataban de ponerse a salvo. En cuanto pudo, volvió a casa para quitar el barro. Las plantas bajas como la suya fueron destrozadas por la riada y todavía hay vecinos que no han podido regresar a sus viviendas y negocios que no han vuelto a abrir.
“Habrá que esperar años para volver a ser el mismo pueblo que éramos antes”, contó en una entrevista con la Agencia EFE en la que repasa aquellos momentos de angustia, el esfuerzo colectivo por salir adelante y el papel del deporte como herramienta imprescindible.
Desde Qatar, donde entrena al Al Wakrah, el técnico sigue muy ligado a su tierra y valora las iniciativas como el Torneo Tornem -volvemos en valenciano-, que se celebrará el 26 de octubre en Massanassa, en el estadio que lleva su nombre. Impulsado por la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana y la Agencia EFE, será un torneo de fútbol base en el que participarán Levante, Valencia, Villarreal, Elche, Castellón y la selección valenciana sub-12 en categorías masculina y femenina.
¿Cómo recuerda aquel 29 de octubre de 2024?
Me pilló en Pamplona, lógicamente en casa, y recuerdo estar en videollamada cuando empezó a llegar el agua con mis dos hijos que estaban en casa. En Massanassa tengo una casa en el casco antiguo, que es un bajo, y veía cómo el agua iba subiendo a través del cristal. Hubo un momento que perdimos comunicación, yo me podía imaginar que mis hijos habían subido a la parte de arriba, pero fue una noche larga y dura. Hasta el día siguiente sobre la una no tuve comunicación con ellos… Son 12 horas que no se olvidan. Estaba en contacto no solo con mis hijos, sino con amigos y toda la familia, tanto de mi mujer como la mía, que vive toda en el pueblo y relativamente cerca.
En cuanto pudo, puso rumbo a casa.
Osasuna se portó muy bien conmigo y me dio permiso para ir el tiempo que necesitara a Valencia. Toda Navarra se volcó con Valencia y estamos muy agradecidos. Es un club especial, más que un club, y esto nos va a ligar para toda la vida. Cuando llegué allí realmente es cuando me di cuenta de lo que había pasado. Creo que a nivel de España se ha sido consciente un poco de todo lo que ha pasado pero el que lo ha visto de primera mano puede asegurar que es muy diferente. A pesar de que sabía lo que había, me impactó muchísimo cuando llegué, la verdad.
¿Cómo está su pueblo, Massanassa?
Hace más o menos un mes estuve allí y ya no tiene absolutamente nada que ver con aquel momento, pero sigue habiendo señales de lo que ha pasado que creo que tardarán en marcharse. Es verdad que no tiene absolutamente nada que ver, pero tú paseas por las calles y hay muchísimos bajos, sean plantas bajas o negocios, que están cerrados incluso con chapas. Gente que vivía en bajos ha optado por no arreglar su vivienda. Esas son marcas que todavía cuando pasas por allí lo sigues viendo. No solo en Massanassa, sino en los más de 70 municipios afectados.
Todavía hay edificios en los que los ascensores no funcionan. Recuerdo hablar con el alcalde y me decía que tendrían que pasar por lo menos cuatro o cinco años para volver a ser la misma población que era antes del suceso. Por ejemplo, al colegio donde fui yo de pequeño, el Luis Vives, que es el que se derrumbó, es ahora un colegio en barracones en el polideportivo. Esos niños van a crecer en esas condiciones.
¿Cree que las poblaciones afectadas han podido recuperarse de lo sucedido?
Las marcas de lo que ha pasado seguirán estando ahí por tiempo. Hablamos de daños materiales, pero ponte en la tesitura de la gente que ha perdido algún familiar. Eso es irreparable. Lo demás pues vamos poco a poco reparándolo, pero eso es irreparable. Tuve la posibilidad de estar quince días allí y ahí es donde me di cuenta realmente de lo que había pasado. Y yo, por suerte, después de esos 15 días, salí de esa burbuja y seguí con mi vida profesional y personal, pero la gente ha vivido en un micromundo donde las conversaciones todo el día eran de lo mismo. Se ha hecho muy duro la verdad.
¿Cómo ha cambiado la forma de vivir o de sentir de los valencianos tras lo sucedido?
Noto que han quedado unas heridas abiertas y unos daños emocionales que son complicados. He notado que a los valencianos nos ha unido muchísimo, no solo los que somos de las zonas afectadas, sino que prácticamente todos lo hemos sentido como propio. La palabra sería psicosis o incluso miedo. Un año después cada semana estamos en alerta roja, naranja, con avisos y con miedo de que pueda volver a pasar. Hay mucha gente que ha caído, un poco, yo diría enferma, con sentimientos complicados.
¿Qué significado personal tiene para usted que se organice el Torneo Tornem en recuerdo de aquel día tan duro?
Puede parecer que estemos pensando en ir a hacer deporte a una instalación deportiva, pero hay que unirlo a la problemática porque precisamente tiene una importancia vital para ayudar a recobrar esa normalidad. El deporte puede ayudar a cerrar esas heridas o reconstruir un poco esa comunidad. Todos los sectores se volcaron, también el de la comunicación, y que después de un año sigáis pensando en tener situaciones de ayuda, de recordatorio, es de agradecer. Me sigue emocionando. Espero que se pueda disfrutar ese día y seguro que los que van a agradecerlo especialmente.
Ahora está en Qatar entrenando. ¿Qué balance hace de sus primeros meses en el Al Wakrah?
Noticias relacionadas
Después de la experiencia del año pasado, de un año tan duro, quise hacer este cambio. Todos esos cambios a todos los niveles, culturales, personales y profesionales, y no es fácil, porque somos culturas diferentes. Ni mejores, ni peores, diferentes, pero estoy encantado. Además, hemos empezado bien la competición y, aunque en el fútbol no te puedes confiar porque en dos semanas cambia totalmente, de momento estoy contento, vamos cuartos y con ganas de mejorar.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí