Un golazo de Nacho Méndez acaba con la sequía rojiblanca en los derbis

Hacía mucho que no llovía en Gijón pero era mayor la sequía de triunfos del Sporting en el derbi. El agua apareció con intensidad en la Villa de Jovellanos y también volvió a ganar el equipo rojiblanco a su eterno rival en El Molinón. Fue con un golazo muy madrugador de Nacho Méndez, que pilló por sorpresa a muchos cuando todavía estaban acomodándose en su localidad.

A partir de ese momento, entró en juego la presión que ejerce en los rivales El Molinón para aguantar el tipo ante un Oviedo que fue mejor. Si no logró el empate fue por la falta de acierto en las ocasiones que tuvo o porque el VAR no sirvió esta vez para corregir al árbitro. Porque el derbi tuvo de todo: emoción y jugadas polémicas.

El partido no pudo comenzar mejor para el Sporting. Encontrarse con el gol casi de salida le permitió encarar la primera mitad con la tranquilidad que ofrecía esa ventaja. De hecho, los rojiblancos estuvieron mejor que el Oviedo en los primeros 20 minutos del duelo. Fue lo que tardó el equipo de Carrión en cogerle el pulso al encuentro.

Los azules fueron dueños del balón todo el partido y tuvieron varias oportunidades para empatar. Paulino, el más activo y entonado de los visitantes, tuvo la mejor, pero no acertó a empujar a la red un pase de la muerte de Abel Bretones (27′). También Paulino tuvo un remate de cabeza, de espalda, que pasó cerca del larguero de Christian Joel y Moyano envió alto un balón que se había quedado suelto en el área. En el otro lado, solo Gaspar inquietó a Leo Román con un disparo a las manos (45′) antes del intermedio.

La segunda parte comenzó casi como la primera porque el Sporting pudo marcar, pero Fran Villalba no acertó a llevar a la red un centro medido de Pascanu. El remate de cabeza del valenciano, la gran novedad en la alineación local, se fue por encima del larguero. Pero el partido iba a seguir el mismo curso con el Oviedo jugando en la mitad del campo sportinguista.

Paulino, Paulino y siempre Paulino apareció en zonas de remate antes de que Colombatto se encontrase con las manoplas de Christian Joel en el lanzamiento de la falta que salió de la primera acción polémica del partido. El árbitro vio fuera el derribo de Pablo García a Sebas Moyano que el VAR revisó sin llegar a corregir.

El VAR volvió a entrar y esta vez tuvo visita del Esteban González al monitor después de que Pascanu desbaratase, en una intervención plena de rapidez, una contra del Oviedo que pretendía rematar Sebas Moyano. En la jugada polémica, el colegiado vasco interpretó en primera instancia que Varane había tocado el balón en una caída de Paulino (82′). La vehemencia del atacante oviedista en su protesta y la revisión de la jugada en el televisor tampoco cambiaron la decisión del árbitro, aunque dejó muchas dudas según la toma.

Con un Sporting muy seguro en defensa, arropando a Christian Joel, cortando líneas de pase en los últimos metros y achicando balones en los centros al área, se llegó a la jugada final. Córner a favor del Oviedo, con el portero Leo Román yendo al remate; el Sporting pudo montar la contra con la puerta vacía pero Mario González, al que puso en ventaja Juan Otero con su envío profundo a la espalda de los jugadores azules, no fue capaz de embocar el balón en la portería oviedista. El partido se acabó ahí con el fin de la sequía de triunfos rojiblancos en los derbis después de casi cinco años.