Un año de inestabilidad total
Hace 365 días, el Sevilla celebraba una Junta en la que no se aprobaron ni las cuentas ni la gestión del Consejo, intentando Del Nido volver al poder.
Hace justo un año, el Sevilla celebraba una Junta General de Accionistas que sirvió de puesta en escena definitiva de los problemas internos y externos de un club que vive en la inestabilidad absoluta. El 29 de diciembre de 2022, en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla Este, la Asamblea del Sevilla votaba en contra de las cuentas del club y de la gestión del Consejo, produciéndose el primer intento de Del Nido Benavente de retomar el poder y entrando en escena la judicialización del club, cuyo futuro se resolverá a base de sentencias.
Por aquel entonces, Del Nido Benavente ya pudo votar a su antojo con sus acciones en todos los puntos del día salvo en uno: el nombramiento de un nuevo Consejo. Al tratarse del accionista mayoritario de la entidad, su voto negativo en el resto de puntos de la Junta, desde la aprobación de las cuentas al presupuesto, pasando por la gestión del Consejo hizo que la directiva de José Castro saliera de la Asamblea como perdedores.
Mantuvo el poder José Castro, eso sí, pero con el coste de un desgaste tremendo y de haber tenido que vivir en dicha Junta escenas en las que la seguridad del recinto tuvo que intervenir. Un año después, el asunto ha cambiado poco o nada. Las cuentas de 2022 siguen sin aprobarse y las de 2023, tampoco. Del Nido Benavente sigue votando en contra de todos los puntos pero sigue sin poder retomar el control de un club que pasará a manos de su hijo y principal enemigo nada más comience 2024.
Un año completo de inestabilidad que, irremediablemente, se ha visto reflejado en el terreno de juego a pesar del milagroso título de la Europa League en Budapest. El paso por el banquillo de Lopetegui, Sampaoli, Mendilibar, Diego Alonso y ahora Quique Sánchez Flores es la mejor señal.
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