Wirtz no es suficiente para el Mónaco

A veces, el fútbol puede ser cruel. Es experto en ello el Leverkusen de Xabi Alonso que, a pesar de volver a alzar el vuelo en la Bundesliga (se sitúa octavo tras un inicio de curso desastroso) y también poner a prueba de lo que es capaz ante todo un Mónaco en la Europa League, tuvo que aceptar un durísima derrota en dieciseisavos de final de la segunda máxima competición europea ante el cuadro galo. Estuvo 2-1 por delante en el marcador el conjunto dirigido por el tolosarra, pero terminó encajando una derrota por 2-3 a raíz de un último tramo de partido loco que pone en serio peligro la continuidad europea de los alemanes. Justo cuando todo parecía decidido a favor del conjunto de las aspirinas, apareció el Mónaco para apuntillarle.

Comenzó el Leverkusen imponiendo un fútbol muy valiente, eso sí, sin llegar con mucho peligro al marco visitante. A los 9 minutos de partido, un gol en propia de lo más curioso del meta Hradecky decantó el choque a favor de un Mónaco que pudo ampliar la renta a través de un inspiradísimo Embolo. Se redimió Hradecky tras un disparo de Minamino que despejó y, de esta manera, logró mantener vivo a un Leverkusen que quiso, pero no pudo. Tuvo el empate Andrich en sus botas en el añadido del primer tiempo, pero su volea se marchó fuera por poco. Fue el Bayer de siempre. Lúcido, pero poco efectivo.

El segundo tiempo fue un cúmulo de acontecimientos que no dejó indiferente a ningún aficionado en las gradas del BayArena. El imperial Wirtz inició una jugada que materializó Diaby para poner unas tablas que duraron poco. El propio Wirtz, ya recuperado de su rotura del ligamento cruzado que le privó de ser de la partida en el Mundial, adelantó al Leverkusen tras un grandísima jugada en solitario que levantó a la hinchada renana.

Pero el destino quiso ser cruel con los de Xabi Alonso y le propició unos compases finales de puro terror. De la nada, un latigazo de Diatta puso las tablas y, después de ver cómo Hlozek se topaba con el aluminio en la recta final del choque, otro latigazo de Disasi dio el triunfo al Mónaco. La crueldad del fútbol. El Leverkusen sabe mucho de eso.