El Shaarawy y Dybala meten a la Roma de Mou en semifinales

La Roma de José Mourinho tiene más vidas que un gato. El equipo italiano tiene el sello luchador del técnico portugués, la calidad de Dybala y la resiliencia propia de los clubes ganadores. El Feyenoord vio la oportunidad de cobrarse la ‘vendetta’ de la final de la Conference cuando Paixão igualaba en el 80′ el gol de Spinazzola y dejaba a falta de 10 minutos a la Roma tocada, pero no hundida. Aparecería Dybala para llevar el partido a la prórroga, tiempo en el que El Shaarawy primero, y después Pellegrini certificaron el duelo de semifinales entre Mourinho y Xabi Alonso, el maestro contra el alumno.

La Roma saltó al Olímpico con la misión clara de hacer un gol que igualara la eliminatoria pronto. Tardó y no llegó hasta la segunda parte. Los futbolistas de Mourinho mostraron más intensidad de inicio que el Feyenoord. La presión alta de los romanisti casi da sus frutos a los 6 minutos cuando una volea de Cristante se marchó fuera por poco. El extremo tuvo otra oportunidad con un inocente cabezazo que acabó en las manos de Bijlow. Los fantasmas de la ida en forma de lesión con Dybala y Abraham volvieron a resurgir con Wijnaldum. El neerlandés se retiró y en su lugar entró un decisivo El Shaarawy. El atacante tuvo el gol en una contra a la media hora de juego que se fue alta. El Feyenoord quería quitarse la espina de la Conference y lo probaron a base de cañonazos que se encontraban con un muro llamado Rui Patricio.

El guardameta portugués, uno de los nombres propios de los primeros 45 minutos junto a Diego Llorente, tiró de reflejos para salvar un par de disparos lejanos del Feyenoord: uno de Giménez y otro de Szymanski. Mientras que el defensa español protagonizó la polémica. A los 25 minutos tocó el balón con el brazo que le rebotó y le volvió a tocar. El colegiado inglés Anthony Taylor habló con el cuarto árbitro y dejó que siguiera el juego. El central vio la amarilla por agarrar junto a Salvatore Foti, miembro del cuerpo técnico que fue expulsado, a Giménez. El delantero mexicano acabó en el suelo y la temperatura subió en los banquillos antes del descanso.

La Roma volvía a tomar la iniciativa al comienzo de la segunda parte. Pellegrini tuvo el gol a los 15 segundos en una jugada que no acabó en celebración por culpa del palo y de Bijlow que repelieron la ocasión. La insistencia de los de Mourinho tuvo premio a la hora de partido. En un saque de banda bien aprovechado y puesto al área, la jugada se embarulló entre los defensas del Feyenoord y el despeje quedó en las botas de Spinazzola. El lateral con un preciso disparo ajustado al palo puso la igualdad en la eliminatoria.

No se quedaría ahí la Roma que puso por unos segundos el 2-0 en el marcador con un gol de Cristante. Taylor dijo que había falta de Abraham al empujar a un defensa del Feyenoord antes de que el extremo rematara. Los neerlandeses querían consumar su venganza y Slot metió piernas frescas con Paixão y Danilo por Jahanbakhsh e Idrissi. Mou también movería el árbol de forma decisiva con Dybala, Ibañez y Abraham que entraron por Diego Llorente, Belotti y Zalewski. El gol de Paixão en el minuto 80 parecía ajusticiar a los de Mourinho, aunque Dybala no había dicho su última palabra. El argentino hizo el segundo de la Roma en el 89′ con una joya de gol propia de los cracks que entrar para decidir partidos. El argentino recibió, se giró y dirigió con precisión el balón a la red previo paso por la escuadra. El campeón del Mundo con Argentina tuvo el segundo en el 93′. La prórroga dictaría sentencia

El Olímpico se puso a tiritar cuando Giménez cazó un balón en el área y lo mandó al cielo romano. La respuesta la tuvo Dybala. El de Laguna Larga quería cerrar el billete a semifinales con un preciso tiro lejano que despejó Bijlow a córner. Segundos después Ibañez estrelló el balón en el palo. La calidad se impuso en el tiempo extra y El Shaarawy puso el 3-1 en el 100′. El italiano sólo tuvo que rematar en boca de gol un pase de Abraham en una jugada iniciada por Pellegrini. El capitán sentenció en una jugada en la que Dybala frotó la lámpara de las esencias para poner un pase a Abraham, en posición dudosa que hizo que se revisara el gol en el VAR, y que finalmente llevo el éxtasis a la capital de Italia. Hubo tiempo para que el Feyenoord se quedara con 10 por una roja a Giménez tras una entrada con los tacos por delante a Mancini. Mourinho sueña con un nuevo título. Antes tendrá un reto mayúsculo en semifinales contra el Leverkusen de Xabi Alonso.