Troncho recibe el apoyo del Eibar: renovado hasta 2027
En pleno proceso por recuperarse de su segunda lesión grave de rodilla, el canterano ha ampliado su contrato en Ipurua por dos años más.
El de Ángel Troncho (Benicarló, 2002) es otro de los casos que mejor ejemplifica la fuerza actual de la cantera armera. Un jugador reclutado en edad juvenil que, a base de sendas actuaciones a lo largo de los equipos soporte, se ha ganado un hueco en el primer equipo. Mientras, en este momento, Arrillaga y Mada acaparan todas las miradas por ser parte de la primera plantilla, el extremo valenciano tuvo el arrojo de formar parte de ella cuando tan solo Miguel Atienza había sido capaz de romper esa barrera. La escalada del ‘31′ era meteórica. En tan solo dos años, pasó de actuar con el Juvenil A en Unbe a hacerlo a las órdenes de Garitano en Ipurua. Estaba destinado a ser una de las caras más visibles del Eibar en los próximos años, hasta que las lesiones se interpusieron en su camino.
En su primer año en Segunda División, disputó un total de 14 partidos, en los que llegó a formar como titular en tres de ellos. Además de gozar de dos titularidades coperas. “Fue un año que aprendí mucho, sobre todo del grupo, de lo que es ya una liga profesional. Estuve muy a gusto tanto con los compañeros como con el cuerpo técnico. Me acogieron muy bien”, agradece el jugador con pasado en la cantera del Villarreal. Tras una “bonita” campaña de aprendizaje, que no pudo acabar con el ascenso deseado, Gaizka Garitano se despidió del club. En consecuencia, Joseba Etxeberria fue el elegido. Por mucho que el técnico elgoibartarra tuviera estima en el joven canterano, la participación de Troncho disminuyó y, ante los pocos minutos, salió cedido al Amorebieta.
A los pocos partidos de estrenarse con la elástica zornotzarra, una desafortunada acción frente a un zaguero del Racing acabó por jugarle una mala pasada. Esguince en su rodilla izquierda, mientras el ligamento cruzado anterior se había visto afectado. La parada por quirófano fue obligatoria y apenas tres meses después Troncho empezó a ver la luz. Su recuperación sorprendió a propios extraños e incluso antes de que concluyera la temporada, ya completaba ejercicios junto al resto de sus compañeros. Pero las prisas nunca fueron buenas. Con el inicio de la pretemporada, el extremo sufrió una recaída que le obligó a ser operado de nuevo. Un duro revés para un joven futbolista que se adentraba en la última fase de su larga recuperación: “Me costó un poco asimilarlo al principio. Ya llevo un mesecito, es la segunda vez que me pasa y ya sé lo que tengo que hacer. Trabajo diario, paciencia, estar preparado y ser sacrificado en cualquier cosa que haga”.
Las lesiones están siendo la peor de las pesadillas para un jugador que todavía cuenta con la confianza del club y la dirección deportiva. Tanto es así que el Eibar ha decidido prorrogar su vinculación contractual dos años más, por lo que será armero hasta 2027. Esta firma se une a la que muchos canteranos realizaron en los últimos meses, en la que es una clara apuesta del club por el fútbol base. “La verdad es que están haciendo un gran trabajo. Además de Mada, Hodei y yo, hay unos cuantos que ya están entrenando con el primer equipo. El trabajo se está haciendo bastante bien”, reconoce el atacante. En momentos tan delicados como en la lesión de larga duración de un futbolista, el Eibar está demostrando ser de gran ayuda, a la hora de brindar apoyo al jugador, ya sea física, deportiva como emocionalmente. Esta renovación no es más que otro ejemplo de ello.
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