Tormenta de partidos, plaga de lesiones

Una tormenta infinita y sin tregua de partidos. En eso se ha convertido el calendario del fútbol, que año a año irá a peor. Si la temporada pasada se vio a jugadores superar los 70 partidos, en la actual pueden llegar hasta 83; mientras que la próxima se pueden alcanzar los 90. Una situación que ha provocado que ya suenen tambores de guerra en el fútbol. Mientras que las instituciones están enfrentadas por el pastel económico, el colectivo de futbolistas sufre una sangría de lesiones. Jugador tras jugador van cayendo ante el escaso descanso del que disponen. La fatiga es total y alertan que su salud está en riesgo. Los jugadores ya advertido con ir a la huelga para decir basta.

“Por mi experiencia puedo decir que jugar 60 o 70 partidos no es óptimo. Un jugador quizá pueda estar al máximo nivel si disputa entre 40 y 50 partidos, luego bajará el rendimiento. Este año quizá lleguemos a los 80, y en mi humilde opinión esto es demasiado… Creo que estamos a punto de llegar a eso. Es una opinión extendida entre los jugadores, y si todo sigue así no tendremos otra opción. Creo que esto es algo que nos preocupa de verdad, los que lo sufrimos somos nosotros”, afirmó Rodrigo, jugador del Manchester City, hace poco más de una semana. Puso voz a lo que piensan sus compañeros, que lanzan un grito de ayuda antes de tener que recurrir a medidas drásticas. Pero, por el camino, siguen cayendo jugadores. Como el propio Rodrigo. La pasada temporada, tras disputar 63 partidos entre el City y la Selección española, se lesionó en la final de la Eurocopa. En septiembre volvió al ruedo, pero en el cuarto partido ha dicho adiós a la temporada. Sufre una rotura de ligamento cruzado.

Plaga de lesiones

Lo de Rodrigo no es un caso aislado, es un mal global. Ter Stegen, que también se perderá la temporada tras lesionarse este pasado fin de semana, es el nuevo inquilino de una enfermería en la que están otras estrellas como Mbappé, Gonçalo Ramos, Odegaard, De Bruyne…. “En este arranque de temporada, al igual que en el anterior, el número de lesiones está creciendo de forma exponencial”, advierte el doctor José González a AS. Quien explica uno de los principales motivos de que el fútbol esté viviendo esta situación: “Las pretemporadas ya no se hacen como antaño. Ahora prima el aspecto económico a lo deportivo. Las pretemporadas están para preparar físicamente al deportista, para que aguante a lo largo de la competición. Las actuales están llenas de viajes, de jetlag, costumbres, comidas y horarios diferentes”. Y continúa: “Una vez que termina la temporada el jugador debe descansar. El músculo debe descansar. Deben estar diez días sin hacer nada. Ahora, a los dos días de pretemporada se van de viaje”.

Ante esta preparación en la que se denuncia que se mira más lo económico que lo físico ha provocado que en LaLiga en las seis primeras jornadas los clubes se hayan encontrado con 101 lesiones. La competición apenas lleva poco más de un mes, pero con un ritmo endiablado. Con jornadas intersemanales en pleno agosto, cuando no es lo habitual y los futbolistas todavía no se han adaptado a ese ritmo de competición. Según los datos de Besoccer, los más asolados por las lesiones son el Real Madrid y Athletic, con diez; Celta, Real Sociedad y Sevilla han sufrido nueve; el Mallorca, ocho, y el Barcelona, siete.

Contando hasta la finalización de la sexta jornada, los equipos han acumulado 1.635 días de baja de sus jugadores desde que volvieron desde las vacaciones. Y es que la tendencia de los últimos años va en aumento: en LaLiga en la temporada 2022-23 se dieron 534 bajas y en la 23-24 se subió a 695 (según Besoccer, quien en este apartado también incluye procesos víricos). En total, en las últimas cinco temporadas en LaLiga se han registrado 2.713. Una cifra menor que en otras competiciones como la Premier (3.669) o la Bundesliga (3.908).

Saturación del calendario

A la cada vez peor preparación física durante las pretemporadas se une otra causa para desencadenar este aumento de lesiones: la saturación de partidos ante la remodelación del calendario. En los últimos años se han ido engordando las competiciones. Un club en Champions puede llegar jugar esta temporada hasta cuatro partidos más (pasando de 13 a 17), se ha remodelado el Mundial de Clubes para convertirlo en un macrotorneo en el que antes el representante europeo jugaba dos duelos y ahora puede alcanzar los siete. Esto está unido a la aparición en los últimos años de la Nations League… Muchos ingredientes nuevos para los veranos, que ya contaba cada dos años con la presencia de la Copa del Mundo de Selecciones y la Eurocopa. Se acabó que los jugadores tengan un mes de junio tranquilo. Algo con lo que el doctor González no está de acuerdo: “Se quiere llenar las arcas, pero no siempre el fin justifica los medios. La FIFA, la UEFA y los clubes son los que tienen la culpa de esta plaga de lesiones”.

FIFPRO, en su último informe, alerta que el City esta temporada puede llegar a jugar 75 partidos mientras que la temporada pasada disputó 59; el Real Madrid pasará de 55 a 71. Un problema que se agrava cuando ponen la lupa sobre los futbolistas, que además de jugar con sus clubes también lo deben hacer con sus selecciones. Valverde alcanzó la temporada pasada los 72 partidos, en esta se proyecta que llegue a los 80 y la siguiente los 83. Aunque el caso de Foden es todavía más alarmante: en 2025-26 se espera que esté en 90 partidos. Sobrepasando excesivamente los 54 partidos como tope que cree el sindicato internacional que debe llegar a jugar un futbolista.

En busca de soluciones

La palabra huelga ha sobrevolado la industria del fútbol en las últimas semanas. La voz de alarma de Rodrigo ha sido secundada por jugadores y entrenadores. “Si no hay más remedio…”, afirman la mayoría de jugadores y sindicatos. Aunque una huelga internacional se puede antojar también complicada. Las instituciones mientras también muestran su preocupación por la plaga de televisiones y se enzarzan en un debate. ¿Quién debe bajar sus partidos? Mientras que las ligas arremeten contra las nuevas competiciones y sus reformas, las grandes confederaciones empujan a que sean los campeonatos nacionales los que reduzcan el número de equipos para que haya menos partidos. Una pelea que está más enfocada a ver quién logra hacerse con más parte del pastel televisivo, cuyo dinero es limitado. Mientras, los jugadores son los que padecen el efecto de un calendario endiablado.

David Aganzo, presidente del sindicato español de jugadores AFE, advertía la semana pasada en AS de uno de los problemas: ”Ya no solo por los partidos, también es por los viajes y la responsabilidad mental que tienen los jugadores”. Algo con lo que coincide el doctor González: “Un viaje es mucho más cansado que un entrenamiento”. Quien apunta a que se debe replantear esto último: “¿Es posible que un jugador pueda disputar 70 partidos? Es posible. Pero si antes jugaban unos 40 y ahora 70, lo que hay que hacer es compensarlo con menos entrenamientos y más periodos de descanso. Los deportistas no son una máquina y acaban pagando las consecuencias con fatiga muscular. Esto produce ua descoordinación neuromuscular y con cualquier gesto mínimo deportivo se puede desencadenar una lesión. La NBA juegan dos o tres partidos por semana pero luego los entrenamientos son descansos, masajes, encestar... Aquí los entrenamientos son macharse en el gimnasio y en el campo. Hacen entrenamientos de alta intensidad. Cuando un deportista juega dos partidos a la semana, el entrenamiento debe ser de relajación. Se debe replantear el modelo de entrenamiento y de descanso. Los deportistas no son máquinas”.

Molando, presidente de la Asociación de Futbolistas Ingleses, dio su receta en AS: “Nuestro plan va en tres sentidos diferentes: fijar un número máximo de partidos, probablemente como dijo Rodrigo entre 50 y 60, que es lo que el ser humano puede aguantar a máximo rendimiento; fijar un número máximo de seis partidos back to back (seguidos entre semana y fin de semana) y luego fijar un descanso en verano de entre tres o cuatro semanas en el que no haya fútbol, lo que abriría, por ejemplo, una ventana para más futbol femenino”.

Reducir partidos, ampliar plantillas, respetar periodos de descanso en verano, hacer pretemporadas donde no prime lo económico, cambiar el sistema de entrenamientos… Son muchas las propuestas que hay sobre la mesa en la industria del fútbol, que en los últimos años solo ha mirado por el dinero y ver hacia qué manos van. Ahora todos los actores del fútbol tendrán que echar el freno y buscar una solución, o todo apunta a que serán los futbolistas los que se planten ante la plaga de lesiones que están padeciendo.

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