Todos, juntos y en casa, así fue el fin de año racinguista

Hubo un tiempo, hasta hace apenas tres años, en el que todos los entrenamientos del Racing eran abiertos a los aficionados. Y no le dábamos importancia. Ni el club, ni los medios de comunicación ni los propios seguidores racinguistas. Era lo normal. Eso, entre un par de desafortunados incidentes y la pandemia, pasó al recuerdo. Actualmente, la mayoría de las sesiones de trabajo abren sus puertas solo para los periodistas acreditados (las del Racing, que en muchos otros clubes, ni eso) y los aficionados, sobre todo los más pequeños, deben esperar jornadas especiales en las que el club negocia con el entrenador de turno una jornada de puertas abiertas. Como hoy. Y ha sido muy bonita. Para los de la grada y para los del césped. Más de un millar de racinguistas han esperado en la Preferencia Oeste la salida al terreno de juego de sus héroes, les han jaleado durante el entrenamiento y han acabado tomando al asalto el techo de los banquillos para lograr el autógrafo de su preferido. O de cualquiera, que de todo había.

Tanto a los futbolistas como a los técnicos, muy especialmente José Alberto, al que seguían todos los ojos, saltaron al verde tímidos. No sabían si saludar, si aplaudir, si hacer como si fuera un entrenamiento más y salir con las manos en los bolsillos mirando sus propias botas..., pero rápidamente el cariño de la chavalería, la iniciativa de Íñigo que empezó a saludar y la actuación de Jose Barba, el locutor del estadio, que se encargó de relajar el ambiente inicial, hizo que todo fluyera con naturalidad y sonrisas. El equipo trabajó en serio, José Alberto hizo sus pruebas, pero antes y después disfrutaron de su gente.

Lo más reseñable del entrenamiento es que Eneko Satrústegui ha vuelto, un año después, a ejercitarse como defensa central. Él, que como confesó en rueda de prensa, había venido a Santander para jugar de central tras una no muy positiva experiencia de lateral izquierdo en Segunda con el Castellón, acabó por decisión de Romo como lateral izquierdo y parecía que ese iba a ser su demarcación toda la temporada. La primera decisión de José Alberto, sin embargo, fue darle la titularidad en la banda a Saúl García y advertir que, para él, Mantilla y Satrústegui son más centrales que laterales..., aunque en determinados contextos los puede seguir poniendo en el costado. Como se vio en el partido de Copa en Linares.

En los ejercicios de la matinal en El Sardinero se ha visto en mucho momentos jugando juntos, en el mismo equipo, a Saúl y Satrústegui, el de Vioño como lateral y el navarro como central zurdo, cada uno en su sitio natural. Da la sensación que Eneko, un ejemplo de regularidad en su rendimiento, va a ser alternativa tanto a Rubén Alves en el perfil izquierdo del centro de la defensa como a Saúl en el lateral. Juega concentrado, va de cabeza, rinde siempre..., es de esos jugadores que siempre acaban siendo una solución, aunque ahora yo sea indiscutible como lo era con Guillermo Fernández Romo.

Otro de los futbolistas de los que estuvieron muy pendientes el millar de racinguistas que despidieron 2022 en los Campos de Sport fue Mario García, el lateral izquierdo del Rayo Cantabria. También estaban a las órdenes de José Alberto el portero Germán, el lateral derecho Jorrín y el extremo derecho Yeray, pero ellos son más habituales en los entrenamientos del primer equipo. Mario, en cambio, solo había subido muy ocasionalmente hasta ahora y su magnífica temporada a las órdenes de Ezequiel Loza en el equipo filial parece que le empieza a dar visibilidad en la casa. Mario García es un camargués con 19 años recién cumplidos que ha llegado esta temporada al Racing tras triunfar en el Juvenil del Perines. Quique Setién, Álvaro Cervera, Geli..., y decenas más. No le ha ido nada mal al Racing encontrando joyas en esa cantera.