Superman Camavinga

“Camavinga es una bestia”. Lo dicen quienes le ven trabajar a diario en Valdebebas. No es ningún secreto, salta a la vista. Por su fútbol vigoroso y por un físico rocoso. Privilegiado, sí, pero cuidado al milímetro. La dieta y las horas extra de trabajo no son baladíes. También en vacaciones. Siempre a medias cuando se trata del francés. El Real Madrid no visitará UCLA este verano por una gira que vira hacia la Costa Este sin pisar la Oeste, pero Cama se ha encargado de visitar la universidad angelina. Principalmente sus campos, como el Wallis Annenberg Stadium donde se ejercitaron los de Ancelotti el año pasado, y un gimnasio que está exprimiendo.

Mucho ejercicio aeróbico, para potenciar más si cabe su capacidad pulmonar. Con una amplia variedad de trabajo anaeróbico, buscando un buen balance entre la resistencia y la fuerza. Levantando hierros, pero también con balón. Todo supervisado por Dan Edwards, una personalidad célebre en el mundo del fútbol por sus colaboraciones y apariciones públicas con Beckham, Cristiano, Agüero y Neymar, pero también con una vasta experiencia en el entrenamiento y asesoramiento de jugadores a lo largo de los años. En esta ocasión, su alumno ha sido Camavinga.

Progreso

Entre el Camavinga de 16 años que se comió al PSG en agosto de 2019 y el actual hay un mundo. Aquel partido le colocó en el centro del escenario mediático, pero no ha parado de crecer. En lo futbolístico y en lo físico. Por cuidar cada detalle. Sus rutinas estivales no son el oasis, sino el desierto. Uno de sus secretos es LightBack, una aplicación, y Thomas Sérafin, su creador y fisioterapeuta de confianza del madridista que también le ha acompaña en LA. Hace unos cinco años que trabajan juntos y con LightBack mejoran la movilidad de cadera y flexibilidad de Cama. Además de prevenir lesiones y potenciar una agilidad que le permite hacer cambios de dirección sobre el campo sin perder la coordinación. Un trabajo constante que no entiende de días libres.

Desde el Madrid han puesto, esta temporada especialmente por un calendario laberíntico con hasta 72 partidos (pueden superar los 80 al meter las internacionalidades en la ecuación), un fuerte énfasis en controlar los esfuerzos. El descanso prima más que nunca y el zurdo de Cabinda es consciente, pero su objetivo es elevar su estatus. Sin Kroos se multiplica su importancia y anhela granjearse el rol de titular indiscutible. Sin importar esquemas (tres o cuatro centrocampistas) o contextos.

Su verano

Aunque hay tiempo para todo. Como Mbappé y Bellingham, con quienes coincide temporalmente, Camavinga ha elegido Los Ángeles para continuar un asueto que comenzó, tras caer eliminados a manos de España en la Eurocopa el 9 de julio, en Río de Janeiro. Allí compartió sus días con Vinicius, por segundo verano consecutivo. Con tiempo para el ocio, para ejercitarse y para apoyar, junto a los también presentes Militao, Mendy y Rafael Leão, a Vini en su mayor highlight, sus proyectos solidarios. El Instituto Vinicius Jr. organizó una gala solidaria para recaudar fondos. El resultado, 900.000 euros para los más desfavorecidos gracias a la subasta de, entre otros artículos, las botas que Bellingham utilizó en las semis de Champions o una camiseta firmada por Modric. Camavinga, que había logrado una elástica con el autógrafo de Mbappé, se la olvidó y dejó la anécdota simpática de la noche. Y tras Río tomó el vuelo a LA. Para disfrutar, pero también para trabajar. Misión, volver más fuerte que nunca.

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