Simón, camino del Zamora

El Athletic se ha adentrado en el parón liguero en la cuarta plaza de la clasificación. El equipo vuela hacia la Champions con su facilidad para ver puerta y el candado que ha puesto Unai Simón en sus tres palos. Pelea por el trofeo Zamora, galardón que se adjudicó la pasada temporada Ter Stegen al sumar 26 porterías a cero y solo 18 goles en contra en los 37 partidos de Liga que disputó con el Barcelona, El meta rojiblanco lleva 15 partidos sin recibir gol en las 29 jornadas ya consumidas en el presente ejercicio liguero. “Me haría mucha ilusión el trofeo Zamora, pero no pienso en ello porque es algo con lo que al principio de temporada no cuento”, refleja.

El internacional rojiblanco ha recibido 26 goles esta campaña. Ante el Alavés se encontró con un remate de Guridi que iba a gol, paró un penalti y volvió a ejercer de héroe. Al término del encuentro, volvió a destacar las virtudes del colectivo por encima de las suyas. “Lo que hago es tirarme convencido a un lado, no tiene mucho más misterio”, señaló sobre el lanzamiento de Rioja. “Nunca va a ser equivalente a marcar un gol, porque la fiesta del fútbol son los goles y tiene mucho mérito lo que ha hecho Guruzeta y el equipo”, elogió al delantero. “En el cabezazo de Guridi el balón me lo encuentro prácticamente detrás”. “Cuando pase la final de Copa y viendo la situación en la que estemos con el enfrentamiento en liga contra el Atlético allí hablaremos de lo que toque”, finalizó Simón.

Ha pasado mucho tiempo desde que un portero rojiblanco se alzara con este trofeo que distingue al guardameta menos goleado de Primera en una temporada. Nada menos que 54 años desde que el gran José Angel Iribar se convirtiera en el más destacado en esta faceta, concretamente en la temporada 1969-70. En aquella ocasión, el Txopo encajó veinte tantos en treinta encuentros, o lo que es lo mismo, estableció un promedio de 0,66 goles por partido. El campeonato liguero constaba de 16 equipos y el Athletic quedó subcampeón, a un punto del Atlético de Madrid. Iribar solo vio entrar la pelota en su portería tres veces en los choques de San Mamés, concretamente ante el Sevilla, menos goleado de la Liga en la campaña 1930-31 defendiendo los colores del Arenas Club de Getxo, y Juan Antonio Deusto, suplente de Iribar, también se hizo con este galardón en 1972 en las filas del CD Málaga. Unai Simón, con 26 goles recibidos (catorce en casa y doce fuera) en 29 encuentros, con un promedio de 0,89 por partido, lidera provisionalmente el Trofeo Zamora. Lleva 79 paradas a lo largo de la Liga, le persiguen Oblak y Valles. El meta del Atlético de Madrid han encajado ocho goles más que Simón y el de Las Palmas, seis. Para poder optar al trofeo se deberán haber disputado veintiocho partidos o más y solo se computan aquellos encuentros en los que el guardameta permanezca en juego durante sesenta minutos, como mínimo. El propio Oblak, así como los culés Antoni Ramallets y Víctor Valdés, son quienes más veces han sido los menos batidos, cinco veces cada uno.

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