Sigue la fiesta en Girona

Sigue la fiesta en Girona gracias a Stuani, que con dos goles en el tramo final del partido mantiene al equipo milagro de LaLiga en lo más alto de la tabla. Ganó el Girona por 2-1 un partido en el que tuvo en el Valencia un hueso muy duro que roer. Los de Baraja lograron maniatar a los locales y se adelantaron en el marcador, pero el efecto Stuani fue demoledor.

Míchel recuperó a Dobvyk, que fue duda hasta última hora, como punta de ataque y planteó un partido de absoluto control del balón tratando de minimizar las salidas al contragolpe de un Valencia que en defensa es un equipo estupendamente armado.

El equipo de Baraja, con una defensa muy adelantada y muy bien colocada (hasta el minuto 35 no tuvieron necesidad de cometer ni una falta) empezó haciendo caer una y otra vez al Girona en fuera de juego.

La apuesta local se vio seriamente trastocada cuando a los nueve minutos de partido, Yangel Herrera sufrió una lesión muscular que le obligó a salir del campo. Míchel reforzó su apuesta por el control del partido dando entrada a Pablo Torre cuando el cambio natural hubiera sido Yan Couto o adelantar de posición a David López.

El técnico madrileño sabía que más que potencia en el centro del campo, lo que necesitaba era tener a alguien capaz de dar el último pase.

El Valencia, por su parte, era una roca atrás sin desordenarse ni un segundo y esperando su ocasión a la contra, que tanto temía Míchel. Trataron los de Baraja de salir en un par de ocasiones en la primera parte y ambas con peligro. Blind, de hecho, se jugó la roja al cortar una contra valencianista.

Acabó la primera parte con el Girona aferrado al talento de Tsygankov, que era el jugador más clarividente de los locales. Un saque de falta suyo acabó en gol de Dobvyk, que fue anulado por fuera de juego previo de David López. El partido era claramente dominado por el Girona y Gazzaniga pasaba como un espectador más, pero lo cierto es que el Valencia se defendía con mucho orden y tampoco pasaba agobios.

En la reanudación, el Girona subió la marcha del partido. Míchel colocó a Savio por la derecha y Aleix amenazó a Mamardashvili, que se tuvo que lucir en un par de ocasiones antes de que David López cometiera un fallo garrafal en un control sencillo que aprovechó Hugo Duro para encarar a Gazzaniga y batir al portero local con un delicioso toque que superó la salida del portero argentino. El plan de Baraja se imponía al mejor juego del Girona.

Con el gol a favor, el Valencia se sintió en su terreno y el Girona perdió su seguridad. Le entraron las prisas y empezó a agobiarse. La puñalada de Hugo Duro había hecho mucho daño.

La ventanilla de emergencia del Girona es Stuani y Michel dio entrada al uruguayo, que nada más saltar al campo ya puso a prueba a Mamardashvili. Cinco minutos después ya no perdonó. Stuani tiene el gol en la sangre y lo demostró cazando un balón centrado por Yan Couto a falta de siete minutos para el final. Jugada que ambos protagonistas repitieron cinco minutos después en colaboración con Mosquera. Lo de Stuani es tan descomunal como lo que está haciendo el Girona. Y si faltaba algo para acabar la fiesta Savinho marcó el tercero, un golazo, anulado por el VAR con un criterio más que discutible, pero en Montilivi, la fiesta no para.

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