Sevilla y Benavídez apuntalan el liderato del Alavés

Salva Sevilla, desde el punto penalti, y Carlos Benavídez, de cabeza, apuntalaron el liderato del Deportivo Alavés, que venció con cierta comodidad al Villarreal B y demostró que la experiencia muchas veces vale más que la animosidad juvenil. Los albiazules, muy sólidos, dominaron durante gran parte del encuentro y el resultado al descanso fue más corto de lo que se vio tras una primera parte cargada de ocasiones. Luego se dedicaron más a controlar. Faltó acierto, claridad en los tres cuartos finales, ritmo. Victoria no tan brillante, sin la finura de otras tardes, pero sin sobresaltos. Domina el líder más registros ahora que le empiezan a conocer. El Glorioso recuperaba a Benavídez pero García Plaza lo mandó al banquillo porque le gustó el rendimiento de Sedlar el pasado domingo en Eibar. Alkain entró por Jason y el resto de jugadores siguieron con la confianza del míster. En el Villarreal B, Iñiguez volvió al equipo y Lozano a la convocatoria. Se trataba de un equipo que llevaba veinte goles en liga, diez de los cuales llegaban de jugadas a balón parado: saques de esquina y faltas.

El comienzo del partido fue algo plomizo, con un Alavés que llevaba la iniciativa pero enfrente se encontraba con un equipo muy bien plantado. Eso y un Collado protagonista que pudo marcar en dos ocasiones. En el 20 envió un balón al palo y en descuento, remató alto de cabeza muy cerca de la línea de gol. Para entonces ya ganaba el Alavés gracias a un tanto de penalti convertido por Salva Sevilla. El balón le pegó en la mano a Iñiguez y el VAR corrigió la primera decisión del colegiado.

El peligro vitoriano llegaba, sobre todo, por el carril de Rioja. A Guridi y Alkain les costaba más enlazar y, de hecho, las intentonas ofensivas por la banda derecha las llevaba el argentino Tenaglia. Fer Niño, que siempre que llega a Vitoria la lía, estuvo bastante desdibujado. Collado y más Collado. En la línea defensiva, buen comportamiento amarillo con un portero, Jorgensen, inspirado pero muy pitado por sus continuas pérdidas de tiempo. Al equipo vitoriano le sale todo y, gracias a una jugada inesperada, se fue por delante a los vestuarios.

García Plaza conoce bien a Álvarez, que ya estaba en el filial cuando llegó al Submarino. La segunda parte se enfangó, con muchas amarillas y con errores de bulto del colegiado. El VAR le corrigió en el momento en el que decretó una roja por una dura entrada de Lozano y luego tuvo que dejarla en amarilla. También cuando Arana hizo una falta en el borde del área aunque dio la sensación de que había tocado el balón. En el carrusel de amarillas, Mbacke vio dos y dejó a su equipo con diez efectivos. Benavídez se reivindicó con un gran gol de cabeza tras un servicio de tiralíneas de Toni Moya. 34 puntos para el Glorioso y a seguir soñando con el ascenso.