SELECCIÓN | CHRISTIANSEN

Del Barça B a la Roja

Thomas Christiansen fue ovacionado en su segundo y último partido con la Selección en febrero del 93. Fue convocado como jugador de un Barça B que estaba en Segunda.

El fútbol y el mundo ha evolucionado mucho desde 1993. Los análisis de vídeo, las tácticas, el físico de los jugadores, las reglas... hasta el propio juego. Pero si algo no ha cambiado es el intento por captar talento joven y potenciales cracks. Eso era el hispanodanés Thomas Christiansen en la década de los 90.

Thomas Christiansen Tarín nació en Hadsund (Dinamarca) y creció entre el baile y el fútbol. Aprovechó, como Romario o Cunningham, su creatividad y coordinación haciendo goles en el frente de ataque de Barcelona, Sporting, Osasuna, Racing, Oviedo, Villarreal, Terrassa, Panionios, Herfölge, Bochum y Hannover. Una carrera variopinta que arrancó gracias a su doble nacionalidad por parte de madre.

El Barcelona fue a buscar a Thomas a Dinamarca y su pasaporte español permitió que se enrolara en su filial en una Segunda B donde no se permitían extranjeros. “Viajé a Copenhague, le vi jugar y confirmé lo que ponía en los informes. Después, aconsejé a Cruyff que lo fichase” explicó Toni Bruins a El País en 1993, aunque el fichaje se dió en 1991. Antes, en 1988, el atacante llegó a probar y a convencer al Real Madrid, pero su padre prefirió que volviera a Dinamarca junto a su familia.

Tras su adaptación, Quique Costas le dio rápido el lugar de titular en el ataque del filial culé, que aparecía en Segunda División. El hispanodanés cerró la temporada con cuatro tantos. Su irrupción sucedería en los primeros compases de la segunda campaña en la Masia.

Enfundado en la camiseta del filial blaugrana, Thomas completó cinco jornadas de ensueño consiguiendo seis goles ante Valladolid, Palamós, Real Madrid Castilla, Villarreal y Mérida. El hispanodanés se enfrió, lógicamente, pero siguió como titular indiscutible y marcando ante Castellón, Badajoz, Sestao o Bilbao Athletic. En diciembre debutó y marcó con La Rojita ante Alemania sub-21, pero el gran premio aún estaba por llegar.

Sus actuaciones le valieron un salto para probar las mieles de la élite. Antes que Cruyff, la oportunidad se la dio Javier Clemente en la Absoluta. Christiansen debutó un 27 de enero del 93, con apenas 19 años, ante México sustituyendo al descanso a Kiko Narváez. Con España se estrenó antes que en Primera tanto jugando como marcando.

Christiansen, con España

El 24 de febrero, Salinas dejaba su hueco a Thomas con pocos minutos por delante en un partido resuelto ante Lituania (3-0 en aquel minuto). El hispano-danés hizo el 4-0 acompañado en el Benito Villamarín por Zubizarreta, Guardiola, Txiki, Alkorta o Bakero. También por unas decenas de miles de aficionados que le cantaron “torero, torero” tras el gol como recuerda el diario El País. Ahí acabó su sueño internacional.

En el Barça tampoco encontró su sitio aunque Cruyff le dio el premio de debutar, participar como titular en un histórico 6-0 en Copa al Atlético de Madrid e incluso conseguir un título al jugar la ida de la Supercopa de Europa frente al Werder Bremen.

A mitad de la 92/93, y con 14 goles en el filial en Segunda División, el Barcelona optó por ceder a Thomas, que acabó debutando en Primera con el Sporting de Gijón.

De salir de Barcelona a estrella fugaz de la Bundesliga

El zurdo encadenó cesiones (Sporting, Racing, Osasuna) hasta su salida definitiva, curiosamente, al Real Oviedo. En España nunca encontró de nuevo el gran nivel goleador exhibido en el filial culé aunque entró en la historia del Villarreal formando parte de la plantilla que ascendió a la máxima categoría por primera vez.

Christiansen entrenando con el Barcelona

Su carrera dio bandazos (salida de Villarreal, Terrassa, Panionios y el humilde Boldklub) hasta vivir la mejor temporada de su carrera en la 2002-03. Tras ayudar como estrella del Bochum al regreso a la Bundesliga con 17 goles, el internacional español anotó 21 tantos en la Primera alemana con este mismo conjunto y se convirtió en el máximo goleador de la categoría empatado con Giovane Élber, entonces delantero del Bayern de Múnich.

Sus actuaciones valieron un fichaje de 2,5 millones de euros por el Hannover, pero las lesiones (dos roturas de tibia, tobillo) frenaron su carrera en plena madurez justo cuando estaba explotando todo ese potencial que algún día le intuyeron en Barcelona.

Ahora, Christiansen Tarín busca el talento joven que él fue un día para Panamá como seleccionador como explica en esta entrevista en AS. Allí, las lágrimas que derramó de tristeza tras no conseguir llegar al Mundial de Qatar, las quiere convertir en un llanto de alegría para sacar billete hacia Estados Unidos.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.

Lo más visto

Más noticias